¡Vamos con la siguiente entrada, y ahora sí que comienza la cuenta atrás!
El lunes arrancamos la semana con las clases de siempre, pero por la tarde la cosa se animó en el LC Swansea con una sesión de deportes para todos los gustos. Algunos se dejaron llevar al ritmo de una clase de Zumba súper divertida con un profe genial, mientras otros se decantaron por el fútbol, el baloncesto o el bádminton. ¡La energía que les quedaba la gastaron toda en una tarde llena de risas y movimiento!
El martes, ¡sorpresa! Tuvimos un día más soleado de lo habitual. Nuestro grupo dice que cuando les preguntan cuál es su clase favorita, algunas de las respuestas estrella son español y cocina! (Eso sí, la parte práctica… ¡a nadie le gustan las recetas solo en papel!). Estar en un colegio en Gales está siendo toda una experiencia para ellos, y no paran de señalar las diferencias. ¡Estas vivencias van a abrirles la mente un montón y ayudarles a entender otras culturas mientras mejoran sus habilidades sociales!
Por la tarde, tocaba una actividad que nunca falla… ¡bowling! A eso de las 4, nos fuimos con nuestro monitor local, Peter, a la bolera, donde nos dividimos en grupos de 6 y 5 y empezamos la competición. Fue súper divertido, y como dijo uno de los estudiantes: “¡No importa cómo se empieza, sino cómo se termina!” ¡Y tenía razón! Aunque algunos empezaron un poco flojos, ¡terminaron en la cabeza del grupo! Todos lo pasamos genial y liberamos un montón de adrenalina… ¡que nunca viene mal!
El miércoles, empezamos el día con un fresquito que te hacía desear quedarte bajo las mantas! Pero, a pesar del frío, el cielo estaba completamente despejado. Un tiempo precioso que, eso sí, no impidió que muchos siguieran medio dormidos en el bus. ¡Pero el sueño se fue en cuanto nos recordamos que hay que aprovechar los últimos días a tope!
Después de nuestras cinco clases del día, nos pusimos en marcha hacia Swansea para la actividad estrella de hoy: ¡mini golf! Fue toda una experiencia, con varios circuitos llenos de retos en los que fuimos avanzando por grupos, uno tras otro. Tengo que admitir que la monitora se quedó boquiabierta con algunos “golpes” (¿se llaman así en golf? ¡Quién sabe!). El sitio era muy chulo, y la guinda del pastel fue la pizza y las patatas fritas que nos comimos después. ¿Qué más se puede pedir para un miércoles por la tarde? ¡Diversión, buena compañía y comida rica!
Hasta aquí el resumen de hoy. Como veis, tenemos actividades muy chulas esta semana, ¡y aún quedan otras! ¡Allá vamos 🚀!