Buenas tardes a todas las familias. Como sabréis, esta experiencia está a punto de llegar a su fin; pero no tiene por que ser algo triste, ya que los alumnos se llevan consigo unas vivencias que, seguro, atesorarán por el resto de sus vidas.

El sábado nos levantábamos por la mañana sabiendo que sería el último día que tendríamos una actividad en grupo, y los alumnos trataron de aprovecharlo al máximo.
Puntualmente todos llegaron a la estación de Farncombe, donde nos subiríamos al tren en dirección a la estación de Waterloo, en Londres.

A la hora indicada llegamos a la capital londinense, donde nos juntaríamos con el grupo de Sunbury on Thames, con el cual hemos compartido hasta ahora las excursiones de los sábados.
Sin más dilación nos pusimos en camino, no había tiempo que perder, ya que durante el trayecto haríamos alguna que otra parada, como delante del National Theatre.

El clima se presentaba bastante lluvioso, lo que acabaría siendo una constante a lo largo del día. Aún así, esto no fue un inconveniente para los alumnos, ya que prosiguieron su camino como si el día estuviese totalmente soleado.

Para llegar a la siguiente parada prevista hubo que caminar bastante. El trayecto se hizo largo, pero finalmente llegamos, aunque pareciese imposible. El lugar en cuestión era Leicester Square, donde los alumnos pudieron disfrutar de Lego Store, donde se podían encontrar figuras de todo tipo hechas con piezas de Lego, y M&M World, una tienda que cuenta con la friolera de 4 plantas.

Una vez se acabó el tiempo previsto para esta parada tocaba poner rumbo a la siguiente, Piccadilly Circus, lugar lleno de tiendas y con una gran pantalla publicitaria, donde los alumnos pudieron volver a disfrutar de tiempo para comprar lo que quisiesen.

Tras este tiempo libre tocaba ponerse en marcha de nuevo, esta vez por fin rumbo al destino tan ansiado por los alumnos, Oxford Street. Aquí, los alumnos tendrían 2 horas para poder irse de compras o visitar los lugares que deseasen.
Como siempre, el tiempo libre se les acabaría haciendo demasiado corto, pero era hora de volver, por más que alguno de ellos quisiese quedarse allí.

Durante el camino de vuelta los alumnos aprovecharon para sacarse alguna foto con los lugares emblemáticos de la ciudad de fondo, como Nelson’s Column, donde nos topamos con una masiva protesta contra el cambio climático, o el London Eye.

Después de la gran mojadura, por fin llegamos al London Eye, el cual se encuentra al lado de la estación de tren de Waterloo, por lo que la excursión llegaba a su fin.

Aunque costaba asimilarlo, nos íbamos de Londres para volver de nuevo a casa.
El trayecto hasta Farncombe era de 45 minutos, por lo que los alumnos se aburrían, así que se entretenían de la manera que podían.

Los 45 minutos acabaron pasando, por lo que llegamos de nuevo a casa. Aunque fuese difícil de aceptar, la excursión se había acabado, al igual que está a punto de hacerlo esta experiencia en Inglaterra.

Mañana será el día del reencuentro. ¡Nos vemos pronto!