¡Hola de nuevo, familias! ¿Con ganas de ver a vuestros peques?

Esta aventura está llegando a su fin, solo nos queda el día de mañana, que va a ser bastante largo, pero no os preocupéis, que todo va a salir bien. Me paso por aquí para contaros cómo fueron estos últimos días en Derry.

El martes, como todos los días, los chavales fueron a sus respectivos institutos para aprender un montón de cosas nuevas y para empezar a despedirse de sus nuevos amigos. Ya hubo a más de una a la que se cayeron algunas lagrimitas, pues hicieron muy buenas migas con toda la clase. Después, quedamos casi todos para cenar antes de la actividad, hicimos una pequeña recapitulación de lo que más nos había gustado de esta experiencia y la conclusión fue que se lo pasaron tan bien que no les importaría quedarse aquí un par de días más. Después, nos pusimos en marcha para llegar a tiempo a la actividad, ya con el estómago lleno y cargados de energía. ¡Ayer tuvimos una clase de baile irlandés! Fue una clase súper divertida en la que aprendieron mucho sobre algo típico de la cultura irlandesa.

Creo que después de la masterclas que nos dieron los monitores locales, todos nos hemos quedado con la copla de: one, two, three, one, two, three, forward, foward, back, back. Tenéis que pedirles que os hagan una demostración de lo que aprendieron, vais a quedar con la boca abierta, algunos tienen un talento innato para el baile.

Al día siguiente, como siempre, fueron a los institutos, su último día allí. Me contaron que fue un día muy emotivo, pues sus compañeros y compañeras les dieron regalos, cartas y les desearon mucha suerte. Les van a echar mucho de menos. Después de las clases, todos fueron a sus casas para hacer las maletas y dejar todo más o menos listo para mañana.

La actividad con la que terminamos nuestra estancia en Derry fue una fiesta de despedida, con algunas chucherías, música y muchos bailes (no irlandeses, esta vez). Pero antes de empezar la fiesta, primero les repartimos sus diplomas conforme han superado con creces esta fantástica experiencia.

Y después sí, empezó la fiesta, teníamos hasta luces de discoteca y todo. Aquí os dejo algunas fotitos:

Y así nos despedimos de esta experiencia, bailando y pasándolo en grande. ¡Mañana ya los veis! Seguro que tenéis muchísimas ganas de verlos. Ellos tienen muchas cosas que contaros.

Un abrazo,

Alba.

Buenas, familas. ¿Cómo va todo? ¡Nosotros aquí no lo podemos pasar mejor!

Ya os conté en la publicación anterior cómo fue parte de nuestro fin de semana aquí que, como habéis podido leer, fue muy entretenido. Pues el domingo siguió en la misma línea, igual de divertivo. Primero, quedamos como siempre en el Guildhall a las 9:15 de la mañan y, como siempre también, a más de uno se le pegaron un poco las sábanas. A las 9:30 empezaba nuestra ruta en autobús con Fiona, una nueva activity leader de Foyle, para llegar a uno de los sitios más impresionante de Irlanda: la Calzada de los gigantes. Sin embargo, antes de llegar a nuestro destino paramos en un mirador en Magheracross para sacar unas fotos del paisaje, ahora os enseño:

Después de casi volar en el intento, nos volvimos a subir al bus para continuar con la excursión. La siguiente parada fue La Calzada de los gigantes. Antes de empezar a explorar, Fiona nos explicó un par de cosas sobre ese paisaje, como que se formó por una erupción volcánica. Sin embargo, también hay una leyenda sobre este paisaje, la de que son las ruinas de una parte de la ciudad de los gigantes que antiguamente habitaban en Irlanda. Aquí, todos tuvieron tiempo para explorar por su cuenta el paisaje, ya que algunos no se sentían capaces de ir por la calzada de gigantes con el viento que hacía ese día (lo bueno es que no nos llovió mientras estábamos ahí). En este paisaje tan bonito, comimos y seguimos hasta la siguiente parada del día.

Después de tener el estómago lleno, nos fuimos a Portrush, un pueblo que cuenta con un parque de atracciones bastante grande y cubierto (bueno, casi todo), lo cual fue genial, porque nada más meternos en el bus en la Calzada de los gigantes empezó a llover y no paró en todo el día. En el parque de atracciones creo que todos disfrutaron, muchos subieron en las atracciones y otros prefirieron seguir la línea del sábado y probar suerte en los recreativos, a ver quién conseguía más tickets.

No estuvimos mucho rato ahí, pero fue el suficiente para que los chavales disfrutaran del lugar. A las 15:30 pm volvimos al bus para finalizar nuestra salida. A las cuatro y media llegamos a Derry y, como siempre, algunos se fueron a cenar a casa y otros prefirieron cenar celebrar el fin de semana.

Hoy, lunes, los chicos empezaron las clases en los respectivos insitutos. Algunos de ellos estaban un poco nerviosos por empezar la nueva rutina sin sus compañeros, pero rápidamente hicieron amigos y los miedos se esfumaron.

Al terminar las clases, quedamos todos en el centro de Derry para que me contaran sus anécdotas del primer día, lo que habían aprendido, qué tal las clases, con quién les tocó en clase y qué tal los trataban los profesores. No hubo ninguna queja, simplemente, lo que no les gustó del día de hoy fue madrugar, pues ya se habían acostumbrado al horario de la semana pasada. Pero todo lo malo es acostumbrarse al nuevo, ¿verdad? Después de nuestra charla, algunos fuimos a explorar una parte de la ciudad por la que no solemos pasear mucho, justo cruzando el puente de la paz. Encontramos un parque muy chulo para ir y echar un partido de fútbol cuando el tiempo lo permita jajaja.

Nada más por ahora, aquí seguiremos compartiendo galletas, anécdotas y risas. ¡No los echéis mucho de menos!

Un abrazo,

Alba.

¡Hola de nuevo, familias!

Os voy a contar cómo de bien están yendo las cosas por aquí. El martes y el miércoles han sido días de conocer un poco más sobre esta ciudad.

El martes fue el primer día en el que tenían que llegar solos a la academia de inglés, algunos lo consiguieron sin problemas, pero otros tuvieron algún que otro desliz. Ya todos en las aulas, empezaron las clases.

Después de comer, sobre las dos, Ellie (la monitora de actividades de Derry) llevó a los chicos a hacer un tour por uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad que se parece mucho al tan famoso Big Ben de Londres, el Guildhall. Les han contado un poco la historia de Derry y de las cosas que se hacen y se hacían dentro de este edificio.No llegaron a conocer a la alcaldesa de Derry porque no se encontraba disponible, pero aprovecharon bien el tiempo aprendiendo cosas nuevas, como cuántos tubos tiene ese órgano de la foto.  Algunos parecían reyes después de la visita… ¡hasta tuvieron súbditos y todo!

El martes también hicimos una competición que consistía en sacar una foto con todos los objetos de una lista que les dio Ellie en menos de una hora. Los chavales se pusieron manos a la obra para hacerlo lo antes posible, pues había recompensa para las mejores selfies y para quien llegase primero. Todavía no hemos seleccionado al grupo ganador, pronto os lo diré.

Después de la actividad, algunos decidieron irse pronto para casa, cenar y descansar, pero otros se quedaron un poco más de tiempo por la ciudad y así descubrir nuevos rincones y pasar más tiempo juntos.

El miércoles teníamos programado un tour para ver todos los murales de Derry después de las clases, pero como no paraba de llover y hoy no nos apetecía mojarnos, aprovechamos la situación y fuimos a un museo que trataba sobre la historia de Derry. Lo que más les gustó más después de haber subido cinco pisos por las escaleras, fue la sala interactiva en la que pudieron descansar un poco.

 Alguna estaba un poco cansada.

Después de la visita al museo el cansancio se disipó rápidamente, así como la lluvia, y los chicos pudieron disfrutar de su tiempo libre al aire libre, nunca mejor dicho.

Y así van las cosas por aquí, pasándolo genial y aprendiendo mucho, aunque sea pasados por agua.

Un abrazo a todos,

Alba.

¡Hola, familias!

¿Qué tal estos primeros días sin los peques? Ya os comunico que ellos no han parado en estos tres días. Bueno, os voy a contar un poquito cómo han ido las cosas desde que salimos de Vigo. El viaje hasta O Porto estuvo cargado de nervios e incertidumbre, pero también lleno de ilusión y de ganas de vivir una nueva experiencia. Todo fue como esperábamos en el aeoropuerto y gracias al maravilloso retraso de una hora de nuestro vuelo a Dublín pudimos ir conociéndonos mejor. El vuelo transcurrió casi sin incidencias, simplemente hubo gritos de sorpresa de las personas que nunca habían viajado en avión, yo creo que les gustó la experiencia y, además, aprendieron un montón de cosas nuevas, como que no se puede uno levantar del asiento mientras se está aterrizando. Cuando llegamos a Dublín, recogimos las maletas en un abrir y cerrar y de ojos y fuimos a esperar a Heather, la chica de Foyle que nos esperaba para coger el bus para llegar a nuestro destino.El trayecto en bus fue un poco largo, muchos de los chicos se quedaron dormidos, pero después de hacer una pequeña parada a mitad de camino, ya la euforia de estar casi llegando les mantuvo despiertos el resto del camino. Nada más llegar a Derry, las familias vinieron a buscar a algunos de ellos, mientras que algunas afortunadas las llevó el propio conductor del autobús a la puerta de las casas de sus familias, donde las esperaban con los brazos abiertos.

Como veis, el día del viaje fue un muy largo, pero no les dejamos mucho tiempo para descansar, pues el domingo teníamos una excursión a Donegal programada. Creo que todos durmieron todas las veces que subíamos al bus para desplazarnos el domingo. En Donegal visitamos sitios preciosos: los restos de una fortaleza, una bahía, una cascada y un pueblo del condado de Donegal llamado Buncrana.

En Buncrana, todos tuvieron tiempo libre para explorar un poco el sitio, algunos de ellos encontraron rincones y, sobre todo, cafeterías muy llamativas y diferentes. Pero, ¿sabéis qué? NI LA CAFEÍNA HIZO QUE AGUANTARAN TOOD EL TRAYECTO DE VUELTA DESPIERTOS. Estaban agotados del tute del día anterior, así que, tan pronto llegamos a Derry, las familias los recogieron para que cenasen a las 17:30 (aún se están acostumbrando al horario de comidas).

Hoy, lunes, los chicos tuvieron su primera clase de inglés en la academia de Foyle. Casi todos llegaron a tiempo, pero hubo algunas personas a las que se le pegaron un poquito las sábanas. Antes de empezar las clases, el equipo de Foyle les hizo una pequeña presentación de la ciudad y de lo que iban a hacer en estas tres semans y las posibles diferencias que podrían encontrar. Después empezó su jornada.

Las clases terminaron a la 13:00, comieron ya en el mismo edificio y a la hora siguiente empezó la actividad. Hoy les explicaron cómo funcionan los buses y les enseñaron los sitios de interés que pueden tomar de referencia para orientarse (como el Primark). Después, tuvieron tiempo libre en Derry para que explorarn por su cuenta y, si estaban muy cansados, también podían volver con sus Hosts para descansar. La gran mayoría se quedaron por el centro comercial pasando el rato. Otros, decidieron aprovechar su tiempo libre de otra manera y decidieron venir y hacer cosas distintas, como cruzar el puente de la paz o ir en busca de rincones con encanto.

Mañana van a conocer a la alcaldesa y están muy emocionados. Ya os contaré cómo les va estos días. Os seguiré informando.

See you!