Al haber cada día menos incidencias con la llegada a clase, nos quedamos casi sin anécdotas que contar, así que hoy podemos hacer una pequeña crónica de los acontecimientos en la cantina.
Como habíamos dicho anteriormente, la academia cuenta con un espacio donde los alumnos pueden comprar aperitivos. Los primeros días fue esencial, ya que algunos alumnos se dejaban atrás el “pack lunch” de sus anfitriones, con el paso de los días y la mejora de memoria de algunos, ha decaído la venta de algunos productos, esencialmente de los fideos.
Pero el producto estrella, que nunca decae, son los gofres de chocolate. A veces en el primer descanso ya han desaparecido, y para cuando somos capaces de reponerlos antes del segundo descanso, duran poco y menos. Cuando han acabado con las existencias, recurren al resto de bollería con chocolate, crepes, panecillos, Donuts y Kinder Buenos. Obviamente con las actividades que realizamos esperamos que lleguen a quemar todo lo ingerido.
También hemos de felicitarles porque a pesar de tener una nevera llena de refrescos y bebidas energéticas, lo alumnos optan casi siempre por los jugos y el agua.
Hoy además, para ayudarles a bajar la comida, tocaron actividades al aire libre, entre las que hay toques de balon, juegos de palabras y la actividad que más chicha dio fue la confección de aviones de papel, en la que algunos demostraron una increíble habilidad para la papiroflexia, sorprendiendo a los demás.