Queridos parents perdonar por manteneros desactualizados, no os preocupéis en realidad es una buena noticia significa que estamos pasándonoslo tan bien que no tenemos tiempo para vosotros. Entre las actividades y un poco de quality time with la host family aquí no paramos. Os aviso de todos modos de que mi compañero Alberto está subiendo constantemente contenido a @albertonewlink (Instagram) y también tenéis todas las fotos de las actividades en las respectivas carpetas de Google Drive. Dicho esto paso a contaros lo que todos habéis venido a leer.

Empezamos por el viernes, los niños ya se mueven tan bien en el colegio que no me quieren ni ver delante. Nada más llegar se dividen con sus respectivos buddies y a pasar otro día más como los ingleses.

Noe está tan integrado que “Los 7 de Highcliffe” no lo ven hasta que acaban las clases, el chaval se pasa 6 horas diarias en las que no escucha ni una palabra de castellano. Tiene una profesora de Español pero al parecer no es capaz de decir ni Olé, mucho menos Aserejé.

Los de Bournemouth debieron de hasta soñar en inglés esa noche porque tuvieron un curso intensivo toda la mañana. Aquí el que no aprende es porque no quiere eso seguro.

Esta vez no fuimos los únicos que tuvimos que desplazarnos para la actividad de la tarde, al grupo de Bournemouth le tocó mover el culo ya que nos encontramos a medio camino entre las dos escuelas para visitar nada más y nada menos que el histórico pueblo de CHRISTCHURCH.

Aparte de ser un hogar para alguno de nosotros (Noe, Laura, Sonia y yo) resulta que es uno de los lugares más antiguos de Inglaterra. Con más de 1400 años de historia a sus espaldas puede presumir de calles con encanto, un puerto deportivo lleno de cisnes (+ fake hipopótamos) y un parque asombroso que se extiende a lo largo del río Stour y comunica una serie de ruinas con la increíble iglesia de Christchurch.

Nuestro guía Murray nos explicó que hacían con las “brujas” de la zona. Álvaro y Alba encantados con el artilugio.

Hasta aquí la visita a Christchurch pero no queda ahí la cosa. Los chicos no se cansan de conocer Inglaterra y el sábado lo pudimos comprobar con un enérgico día en LONDON BABY! Después de un madrugón de categoría nos dirigimos a la capital para hacernos una idea de como es la vida en una ciudad de 8 millones de habitantes.

El gran Murray fue el encargado de enseñarnos lo imprescidible. Obviamente una ciudad como Londres no se puede ver un día pero hicimos una ruta bastante completa pasando por Westminster Abbey, Big Ben (más bien Big Andamios), el London Eye, Buckingham Palace, Trafalgar Square, Piccadilly Circus…

Carolina estaba encantada con el West End, Alba y Paula quisieron saber todo lo que hay que saber sobre las iglesias góticas y todo el grupo se juntó para conocer la vida de Lady Di mientras recorríamos el paseo dedicado a su memoria.

Acabamos el día con una hora de tiempo libre alrededor de Chinatown, Soho y Piccadilly en la que los niños aprovecharon para comprar todos los souvenirs que pudieron. Se movieron muchas libras en esa hora y dentro de dos semanas podréis ver el resultado en forma de regalos para todos. Álvaro y Mario estaban orgullosos de haber aprovechado el tiempo libre para infiltrarse en una manifestación a favor de la democracia en Hong Kong en la que gritaron como uno más, todo esto recorriendo Chinatown como si fuesen locales.

Al llegar a Bournemouth nos esperaba una lluvia horizontal que nos dejó a todos calados hasta los pies pero poco después estábamos en casa recargando las pilas para el FAMILY DAY!

Gracias a todos por leernos, Alberto y yo esperamos que todo os vaya genial por España.