10 y 11 de septiembre – Clases, Bicester Village y scones

¡Hola, familias!

¿Qué tal va todo? Por aquí llevamos una semana tranquilita, pero ya se notan las ganas de que lleguen las actividades de este fin de semana, que será muy movido.

El martes tocaba excursión a Oxford, pero por imprevistos de nuestra acompañante del internado acabamos posponiendo el tour y dando un paseo por Bicester Village, donde las chicas tuvieron tiempo para irse de compras y pasear por este centro comercial al aire libre.

(Dato curioso: las cabinas telefónicas tenían una válvula escondida por la que podías echar perfume)

Ayer, como será también los próximos miércoles, tocó un día tranquilo en el internado. Clases, algún que otro paseo por el pueblo, un taller de cocina en el que pudieron hornear scones y un poquito de deporte para terminar el día.

Hoy saldremos pronto de clase para otra aventura, pero esa os la cuento en la próxima entrada.

¡Hasta pronto!

Ainoa.

7, 8 y 9 de septiembre – Hitchin y Wimpole Hall

¡Hola, familias!

¿Qué tal vuestros fines de semana? El nuestro ha estado ajetreado.

El sábado tuvimos nuestra primera excursión de día, al pueblo cercano de Hitchin. Pudimos pasear por primera vez por el pueblo que nos acoge estas semanas, Letchworth, de camino al tren a Hitchin, donde pudimos disfrutar de un festival de comida y una tarde de compras. Ahí, las más nostálgicas recuperaron por un momento los sabores de casa en los puestos de comida española. Después del viaje, todavía hubo un poco de energía para una noche de cine.

El domingo nuestro día fue un poco más campestre. Después de comer, nos fuimos hasta Wimpole Hall, donde pudimos ver cientos de años de historia en una sola casa, pasear por los jardines y la granja, con animales como uno de los caballos más altos de toda Inglaterra (19 manos, para quien tenga curiosidad). El paseo no fue suficiente para agotar la energía inagotable, así que, a la vuelta al internado, aún pudieron pasear por el pueblo antes de irnos a dormir.

Hoy tocó volver a la rutina de las clases. Por la tarde, entre paseos y cenas, empezamos uno de los proyectos artísticos de la experiencia, del que todavía no sabemos mucho. Por lo pronto, han podido diseñar las tapas de unas cajitas de madera que pintarán muy pronto. Hace un ratito, antes de irnos a dormir, terminamos el día con unas partidas de dodgeball.

A ver qué aventuras nos esperan mañana. ¡Nos leemos pronto!

5 y 6 de septiembre – Todo lo que nos queda por conocer

¡Hola, familias!

Espero que estéis bien y no echéis mucho de menos a vuestras chicas. Ellas han tenido tiempo de navegar por todas las emociones posibles en estos días, pero esperamos que prevalezcan siempre las ganas de vivir cosas nuevas.

¡Y cosas nuevas no están faltando!

El jueves por la mañana nos despedimos de vosotras para salir camino a Oporto, donde pasamos un ratito (quizás algo más de lo esperado) esperando a embarcar. A veces lo bueno sí se hace esperar… Una vez en Londres, nos recogió el microbus de la escuela, que nos trajo directas a la que será nuestra casa durante estas tres semanas. Aquí, después de un pequeño tour, nos recibieron con pizza y una mousse riquísima de fruta de la pasión para después llegar a nuestras habitaciones y recuperarnos del día de viaje y emociones fuertes.

Esta mañana comenzaron las clases. Tras un buffet de desayuno inglés, las chicas pudieron conocer a sus buddies, las alumnas inglesas que las acompañarán a sus clases estas semanas. Después de perderse un poco por los pasillos, tuvieron su primer día de clases y de hacer nuevas amigas.

Tras acabar las clases, tuvieron un ratito para expresarse pintando en un pequeño lienzo algo que les definiese, y la huella (en algún que otro caso literal) que dejarán en esta escuela. Después, cena y un poquito de ping pong antes de irnos a dormir. ¡No sin antes encontrarnos por el medio con un simulacro de incendios! ¡Ya están preparadas para lo que sea!

Ahora toca irse a dormir, que mañana nos espera un día de aventuras, brunch, excursiones y cine. No sé si hay más ilusión por la primera excursión o por no tener que madrugar… ¡Nos leemos pronto! ¡Buenas noches!

4 de octubre – A unas horas del despegue

¡Hola, familias!

¿Ya están listas las maletas? En menos de 24 horas vuestras peques estarán en el aire, camino a lo que serán sus hogares las próximas tres semanas. Imagino que vuestras casas serán ahora mismo lugares llenos de nervios e ilusiones… ¡Como para no! Mañana empiezan aventuras que serán muy bonitas, y parte de algo inolvidable en la vida de vuestras hijas.

Me presento. Mi nombre es Ainoa, y seré la afortunada monitora de acompañarles en estas semanas. Tengo 25 años, soy antropóloga sociocultural y estudiante de psicología. Cuando tenía 16 años tuve la suerte de pasar un año de intercambio en Estados Unidos, y desde entonces no he podido parar de viajar en cada oportunidad que se me presentaba. Round Hill (EEUU), Madrid, Guadalajara (México), Granada… son solo algunos de los lugares que me han acogido en la última década. Tengo muchos hobbies, entre los que destacan el teatro musical, la lectura, las manualidades… Además, adoro los animales y pasar tiempo con los peques de la familia y mi gatita Xune.

Como vuestras hijas, también tuve la suerte de participar en este mismo programa como estudiante hace ya unos añitos, y fue una experiencia preciosa. Por eso mismo tengo muchísimas ganas de que dé comienzo este viaje y que disfrutemos todos y cada uno de los días que nos esperan, exprimiéndolos al máximo. Sé que puede ser una experiencia que genere muchos nervios al principio, tanto a padres como a estudiantes, pero puedo aseguraros que muy pronto la ilusión y la diversión serán lo que lo inunde todo. Para esos nervios y para todo lo demás, estaré disponible todo el tiempo para que estas transiciones sean lo más fáciles posible para todas y que cada actividad sea la puerta que les abra un mundo nuevo.

¡Estoy deseando que empecemos a conocernos!

¡Que comience la aventura!

Ainoa.

12 y 13 de octubre – Que todo venga de cero

Ahora ya sí por última vez, ¡hola de nuevo, familias!

Ya estáis todos de vuelta en casa, espero que descansando todo lo que no habéis descansado estas semanas y entre bienvenidas bonitas, pero no quiero que esto termine sin dejar reflejados por aquí nuestros últimos días en Reino Unido y, sobre todo, sin daros una vez más las gracias. Vamos allá.

El último día comenzó prometiendo ser emotivo, con una fiesta de despedida en la que pudieron conocer más aún a sus buddies y afianzar esas nuevas amistades que esperemos duren mucho tiempo. Para coronarlo, ¡una despedida digna de estrellas de cine! Gente gritando, abrazándoles, chocándoles las manos y acompañándonos hasta el autobús, incluso sacando las manos por las vallas. Desde luego, este grupo ha dejado huella en sus compañeros ingleses, fue cómico (pero precioso) ver hasta qué punto es así.

Por la tarde, tuvimos una sorpresa de nuestra activity leader favorita, Lottie, que nos esperaba con cupcakes caseros antes de ir a la bolera. Después de unas partidas de bolos y un ratito en los recreativos, tocó volver a casa a cenar por última vez con las host families y prepararse para la fiesta.

En este momento, el clima británico se preparó para despedirnos. Toda la lluvia que no hemos visto en estas tres semanas llegó la última noche para añadir un toque dramático al final. Pero somos de Vigo, un poquito de agua no va a arruinarnos la fiesta, así que llegamos a la discoteca, en la que nos esperaba una playlist con muchas horas de dedicación detrás y muchas, muchas risas.

Hacia el final de la fiesta, descubrimos también a la clase ganadora del mayor número de puntos en Hello!Exmouth… ¡Los tiburones! Así es, además de divertirnos mucho, parece que también han puesto energía y dedicación en sus clases para volver con un inglés impecable.

Ahora sí, se iba acercando el final… Un par de canciones tristes y muchos, muchos abrazos después, llegó el momento de volver al Strand para comenzar la vuelta a casa. El cariño que se puede generar en tres semanas es increíble.

Unas horitas después de esta primera despedida, a las 4:30 de la mañana, emprendimos el viaje de vuelta. No faltaron vuelos retrasados, maletas perdidas y mucho, mucho sueño, pero ya estábamos cerquita de casa y había que exprimir hasta el último minuto. Según avanzaban las horas, lo hacían también las lágrimas afianzando momentos que serán ya inolvidables. La despedida fue difícil, pero eso solo demuestra lo bonito de estas semanas. Ha habido caos, ha habido cambios inesperados, ha habido sorpresas de todo tipo, sí, pero sobre todo ha habido risas, vínculos y experiencias que nos cambiarán para siempre.

Quiero despedirme una vez más dándoos las gracias. A las familias, por confiar en mí dejando a vuestros hijos en mis manos en una experiencia que sé que puede asustar. Pero especialmente a las 15 personas maravillosas a las que he tenido la suerte de acompañar. Hemos vivido muchas cosas juntos, y habéis hecho de cada momento algo divertido y bonito. Ante cualquier dificultad, habéis demostrado más valor y confianza que personas mucho mayores que vosotros. Habéis encontrado el equilibrio bonito en el espacio que queda entre risa y llanto. Me habéis enseñado que, aun con cansancio, cada momento es bonito en sí mismo y digno de ser aprovechado. También que unos ojos frescos e ilusionados son el mejor accesorio que llevar por el mundo y que, sea cual sea la aventura que espere, siempre podéis llevar a alguien de la mano que la haga más especial. Conociéndoos de toda la vida, conociendo gente nueva y reconociendo a personas nuevas en vosotros mismos, habéis hecho magia. No puedo estar más orgullosa de haber formado parte de vuestro camino, que no hace más que empezar. Puede que esta experiencia sea algo que os acompañe en vuestras decisiones futuras, puede que se quede en el bonito recuerdo de tres semanas de diversión. Quién sabe. Pero, sea como sea, estos días son parte de un nuevo comienzo. Espero volver a veros pronto y saber lo lejos que llegáis y las cosas bonitas que podréis hacer, no me cabe duda de que será así.

Ahora sí, me despido ya con un abrazo enorme, buenos deseos, una sudadera azul y muchísimo cariño,

Ainoa.

10 y 11 de octubre – Se acerca el final

¡Hola de nuevo, familias!

Tic,tac,tic,tac… En nada estaremos de vuelta en Peinador. Pero, mientras tanto, no podemos desaprovechar las oportunidades de pasarlo bien.

Ayer, después del instituto, nos fuimos a conocer la Costa Jurásica. Hemos tenido la suerte de caer en una zona muy particular del Reino Unido. Y es que en esta costa tenemos nada más y nada menos que 185 millones de años de historia geológica a nuestra disposición. Por aquí se han encontrado fósiles del Triásico, Jurásico y Cretáceo. Aunque la actividad de la tarde no fue una iniciación en la paleontología, sino un bonito paseo por la naturaleza hasta los acantilados que rodean la ciudad. Siendo honestos, no nos apetecía mucho la gran caminata después de la mañana de clases, pero resultó ser mucho más ligera de lo que esperábamos y las vistas merecían la pena.

Después de eso, un helado siempre entra de maravilla. Además, pudimos apurar las últimas oportunidades para comprar souvenirs que llevarnos de vuelta a casa. Acabamos el día con un poquito más de billar y unas partidas de dardos.

Esta mañana comenzamos a prepararnos para despedirnos de The King’s School, dejando listo el cartel que quedará aquí y pasándonos por la clase de Español a hacernos unas fotos antes de la fiesta de despedida de mañana.

Por la tarde, hemos podido probar un deporte un tanto peculiar que quizás acaben importando a Galicia. ¡El footgolf! Esta particular mezcla entre golf y fútbol nos tuvo corriendo, saltando y (al menos a esta monitora torpe) cubierta de barro. Ha sido una tarde muy divertida.

Hasta aquí la penúltima entrada del blog, que llega el momento de irse a cenar y disfrutar la última noche de juegos antes de la fiesta final y la vuelta a Vigo. ¡Nos queda mucho por hacer!

¡Nos vemos pronto!

8 y 9 de octubre – Cada día más británicos (y con más ganas de quedarse unas semanas más)

¡Hola, familias!

Ya empieza la cuenta atrás para que podáis reuniros de nuevo, pero aquí estamos exprimiendo cada minuto de los que quedan. Las novedades están ya casi convertidas en rutina, y la vida va pasando por aquí como si llevásemos ya meses en Exmouth. Ahora empiezan a dividirse los corazones entre querer volver a casa y desear que esta aventura dure un poquito más.

Y, en medio de ese deseo, continuó nuestro fin de semana, más tranquilo de lo habitual y disfrutando los días sin clase. El domingo, como siempre, fue un día libre con muy buen tiempo, que muchos aprovecharon para juegos y playa.

¡Por cierto, por datos que tendréis en la próxima entrada, Exmouth y Vigo no son tan diferentes, en ambos podemos encontrar dinosaurios por todas partes!

El lunes volvimos al instituto con un nuevo horario, pero los mismos buddies con los que cada vez hay más confianza. Quienes tuvieron ratitos libres pudieron dedicarlos a crear el póster que quedará allí como huella de nuestro paso por estas tierras. Por la tarde, más británicos que nunca, fuimos al adorable pueblo de Topsham a tomarnos un cream tea (sobre el que encontraréis por la zona opiniones muy apasionadas sobre si debe ser la mermelada o la clotted cream la que va primero en los scones). Además, siempre sacamos algún ratito entre nuevas costumbres que conocer para volver a la infancia en los parques que nos rodean.

El Number 9 se ha convertido ya en lugar habitual de reunión para terminar las tardes. Puede que volvamos a España profesionales del billar (o puede que nuestras partidas sigan durando una media de 90 minutos). Sea como sea, no faltan los momentos para divertirnos.

Esto es todo por hoy, nos vemos mañana con las novedades de estos últimos días.

¡Hasta pronto!

5, 6 y 7 de octubre – Pasamos el ecuador y va llegando la calma

¡Hola de nuevo, familias!

Ya se nos van acortando los días por aquí, en menos de una semana estaremos de vuelta en Vigo (y probablemente durmiendo 20 horas seguidas, que esto es un no parar). Pero, de momento, aquí seguimos disfrutando día a día.

El jueves continuamos nuestra integración en The King’s School, donde estamos comenzando a preparar un póster donde dejar nuestra huellita para que no se olviden de nosotros ni de Vigo por aquí. Después de una mañana de clases junto a sus buddies, tocó correr hacia el puerto para un crucero por el río. Vamos de un lado a otro sin parar, así que más de uno aprovechó el ratito y la sensación de las olas meciéndonos para descansar. Lo cierto es que hacía un día precioso, perfecto para adentrarnos en el estuario del río Exe y conocer todo lo que rodea a Exmouth. Desde las aves migratorias hasta barcos hundidos, pasando por castillos e incluso una foca, las vistas eran maravillosas. Acostumbrados a los barcos que recorren nuestras rías, fue una sorpresa encontrarnos un barco que navegaba despacito y llano. Esto es inevitable, ya que las mareas varían muy drásticamente en esta zona, pero por suerte pudimos evitar encallar en los bancos de arena.

Una vez desembarcamos, tocó un nuevo juego en grupos para adentrarnos todavía más en la historia de la ciudad que nos acoge. Esta vez se lo pusimos un poquito más complicado y hay quienes terminaron por buscar alguna que otra respuesta en Google, pero casi todos los grupos llegaron al punto de encuentro conociendo todas las respuestas. El premio para los ganadores: más dulces locales por probar. Aunque la gastronomía británica no sea el punto fuerte de este lugar, no estamos desaprovechando ninguna oportunidad para probar los dulces artesanales de la zona.

Y al fin llegó el viernes. Esa mañana no hubo clases en el instituto, ya que era día no lectivo, pero sí tuvieron una mañana entretenida de clases volviendo a ver a sus profesores de la academia de Hello!Exmouth mientras los monitores preparábamos la actividad de la tarde. Nos dejaron la tarde libre y salió el sol, por lo que no pudimos desaprovechar la oportunidad de una barbacoa y picnic en el campo terminando con un chapuzón en el agua fresquita. Desde mostrar su maestría en la parrilla, los deportes y hasta el karaoke, fue una tarde de tranquilidad inolvidable y muy necesaria con la actividad frenética que llevamos.

Para finalizar el día, nada mejor que un ratito de billar en un pub de la zona.

Esta mañana tocó madrugar de nuevo para nuestra última excursión de día completo: Torquay! Una pequeña ciudad no muy lejos de aquí, donde paseamos y tuvieron un pequeño concurso de fotografía seguido de un helado fresquito aprovechando lo caluroso que está comenzando este octubre.

Poco más por hoy, mañana tendremos un buen día de descanso antes de dar comienzo a nuestra última semana de aventuras.

¡Nos vemos pronto!

 

3 y 4 de octubre- ¡Al agua!

¡Hola, familias!

¿Qué tal va todo por Vigo? Por aquí seguimos sin parar. Las clases en la escuela están siendo interesantes, y parece que todo el colegio está enamorado del grupo de vigueses.

Ayer por la tarde tocó ponerse a bailar en una clase de danza urbana que, aunque parecía agotadora después de una mañana intensa de clases, los tuvo a todos involucrados a tope. Después de ello, tocó seguir practicando el idioma a través de un juego de trueque en el que, comenzando con una pegatina, debían obtener por grupos objetos de mayor valor. ¡Es curioso lo que se puede conseguir haciendo estas cosas, volvieron con botines de lo más variopinto!

Esta mañana continuamos con las clases, en las que ya casi se está como en casa (pero con más fans y menos deberes). Parece que de aquí saldrán bonitas amistades con sus buddies ingleses, quienes aprovechan también para practicar un poco su castellano con ellos.

Por la tarde y con la suerte de un poco de sol (aunque parece que por allí sigue, por aquí se ha terminado ya el verano) tocó ponerse los neoprenos y salir al mar a probar un rato de kayak y paddle surf. ¡A muchos se les notaba ya la experiencia en el mar aun a pesar del oleaje!

Nada más salir del agua tocó irnos corriendo al cine. Sumergiéndonos en el universo de Agatha Christie, vimos A Haunting in Venice, la nueva historia de Poirot. Ya fuese para echarse una siestecita, comer palomitas o disfrutar un poco de la historia de misterio, un plan de cine siempre viene bien.

Eso es todo por hoy, nos vemos muy prontito con más actividades de la semana.

30 de septiembre, 1 y 2 de octubre – Más lugares por descubrir

¡Hola de nuevo!

Después de un buen finde y un lunes intenso de nuevos comienzos, volvemos a contaros qué hemos estado haciendo por esta isla.

El sábado tocó madrugar un poquito para irnos de paseo hasta Bristol, algo que no estaba inicialmente en nuestros planes pero que no podíamos perdernos. Una ciudad grande, preciosa y con un millón de cosas que hacer y mirar en todas las direcciones.

Después de dos horas de autobús (bien aprovechadas por muchos para dormir un poquito más), llegamos al Clifton Suspension Bridge, un puente colgante que recorrimos con unas vistas increíbles.

Un pequeño recorrido más y llegamos al corazón de la ciudad. Allí pudimos sumergirnos durante un rato en la historia y el arte, desde colecciones de tazas de té hasta dinosauros, pasando por todo tipo de arte. Media hora allí no nos llegó para mucho, pero sí para darnos una oportunidad de descubrir cosas nuevas y dejarnos con ganas de más.

Continuando el recorrido, llegamos a una pared donde pudimos ver un Banksy. Aunque muchos no estaban familiarizados con figuras como la de este artista, hemos venido a aprender, así que pudimos descubrir un poco más a este pintor nacido en Bristol.

Poco después hicimos una paradita para comer (me temo que costará acostumbrarlos de nuevo a comer en horarios españoles, a las once ya empiezan a rugir las tripas!). Después de otras vistas curiosas como la de una banda de piratas cantando sea shanties, tuvieron tiempo para explorar mercadillos locales y pasearse por la ciudad. Fue un viaje agotador, pero fantástico.

Al día siguiente tocó descansar, bien con las host families o reuniéndose por el pueblo para divertirse.

Y, finalmente, esta mañana tocó de nuevo un buen madrugón para llegar a The King’s School, el instituto en el que hemos terminado localizados tras algunos cambios en la planificación original. Aunque todavía están organizando los horarios, las chicas y chicos han podido conocer ya a los buddies que les acompañarán en lo que queda de estas dos semanas y tener alguna clase de lo más variado. Esperemos que la estancia en esta escuela nos traiga diversión y buenas amistades según se asienten los horarios.

Por la tarde, tocó ir en taxi (algunas afortunadas en taxi-discoteca) de nuevo a Exeter, donde conocimos más sobre la historia de la ciudad. A pesar de ser la hora de la siesta, creo que saldrán de aquí conociéndola de principio a fin. Un poquito más de tiempo libre, que siempre nos encanta, y de vuelta a casa!

¡Nos vemos muy pronto!