¡Buenos días una vez más!

Esta mañana nos hemos levantado con mucha energía porque es miécoles y eso sólo puede significar una cosa, hoy es día de surf.

Comenzamos la mañana en el ATU, lugar donde nos recogen los autobuses para dirigirnos a la playa de Strandhill. Nuestros chicos se montan en el bús junto a los diferentes grupos. Además, hoy tenemos un grupo nuevo de estudiantes franceses en la escuela, ya que el martes se  marchó otro grupo de estudiantes españoles que estuvieron en Sligo durante las últimas tres semanas.

Foto de grupo con Knocknarea de fondo.

Después de un breve trayecto en autobús, llegamos a la playa de Strandhill. Para entrar un poco en contacto con el lugar, damos un paseo a lo largo de la playa para así también contemplar las maravillosas vistas del lugar. No sólo de la costa y el mar, el cual se podía intuir que nos proporcionaría una buena cantidad y calidad de olas para nuestra actividad, sino que también al mirar tierra adentro con la sobrecogedora orografía del entorno. Esto es la montaña Knocknarea, una elevación de roca caliza muy abrupta de 327 metros de altura.

Después de nuestro paseo matutino, aprovechamos el descanso para reunirnos en la playa en torno a Alejandro, que cumple hoy 17 años. Todos le cantan el cumpleaños feliz mientras se acerca Juan con la tarta y las velas, las cuales son un poco complicadas de mantener encendidas debido al viento. Sin más dilación, cortamos la tarta y disfrutamos del tentempié mientras recibe la postal de felicitación.

Tras esta pequeña fiesta sorpresa, volvemos hacia la escuela de surf para pertrecharnos con nuestros atuendos de surf, es decir, los neoprenos, escarpines y nuestra tabla.

Uno de los grupos recibiendo la clase teórica.

Una vez cambiados, nos dirigimos a la zona de surf designada en la playa. En la arena nos dividimos en subgrupos para atender a las explicaciones de nuestros instructores. En ellas nos enseñan las normas de seguridad, seguidas de las instrucciones para manejar la tabla, entrar en el agua y una vez escogida nuestra ola, cómo hacer para cogerla correctamente y ponernos de pie sobre la tabla con éxito.

Entramos en el agua y cada uno se dispone a probar suerte con su primera ola. A pesar de la temperatura del agua, el neopreno cumple su función y nos aisla eficazmente. Marín lo intenta con ahínco, así como Efrem y Juan, consiguiendo tomar algunas olas con éxito. La sesión es intensa, tanto si se consigue ponerse uno de pie muchas veces o menos.

Poniendo en práctica los consejos antes de probarlos en el agua.

Al terminar, salimos del agua con nuestras tablas como si se tratase de un episodio de Baywatch y nos hacemos unas cuantas fotos para el recuerdo.

Clara posando con el encuadre perfecto.

Volvemos a la escuela de surf para cambiarnos de ropa y así poder disfrutar de la comida tranquilamente y recuperar fuerzas después de tamaño esfuerzo. Disfrutamos de un rato de tiempo libre por la zona antes de volver en autobús al ATU, donde nos recogeran nuestras familias irlandesas.

Todos vuelven a sus respectivas casas para pasar la tarde. Marín y Daniel Fernández se relajan por la tarde yendo a cenar bogavante con su host family y Efrem a su vez recibe una sesión de spa casero.

¡Nos vemos en la entrada de mañana!

Andres Cuñarro