Siempre se dice que el tiempo vuela… y, efectivamente, voló.

Es curiosa la huella que ciertas vivencias y personas pueden dejar en nuestras vidas. Y es una lástima que no lo apreciemos hasta que esas personas se van o esas vivencias se terminan…

Y mucho me temo que eso es, exactamente, lo que les ha ocurrido a algunas de  nuestras chicas. Tocaba despedirse de los profesores, del colegio, de los compañeros, de las amigas y, como no, de Miss Hutton. Y todo ello hizo aflorar las primeras lágrimas, como siempre ocurre.

¿Qué decir de Miss Hutton? Ante todo, agadercerle su profesionalidad, su paciencia con las chicas (os aseguro que por momentos no ha sido fácil), el trato y todos los esfuerzos que ha hecho por hacer todavía más positiva toda esta experiencia. Solo espero que las chicas sepan apreciarlo en la misma medida en la que lo hemos hecho los monitores.

Como también esperamos que sepan apreciar todo el esfuerzo que muchas personas han puesto en este programa, desde el Concello, el personal de la organización, los profesores, etc.,y también que hayan podido aprovecharlo y valorarlo al máximo. De verdad que lo esperamos.

A lo que vamos. Tras una sesión de despedidas de lo más lacrimógena, nos tocó esperar al grupo de Castledermot que, por idénticos motivos, despedidas largas como días sin WiFi, se retrasó unos minutos.

Minutos que las chicas aprovecharon para secarse las lágrimas y dar buena cuenta de sus respectivos “packed lunches” en la misma entrada del colegio, momento que los queridos, idolatrados y nunca bien ponderados monitores aprovechamos para retratar al grupo por última vez a las puertas de Tyndall College.

Luego llegaría el turno de la visita a la conocida como ciudad del mármol, Kilkenny.  Se trata de una pequeña ciudad medieval de apenas 8 700 habitantes, en cuyo centro se encuentran la Catedral de Saint Canice y el castillo de Kilkenny el cual contiene, además, un excelente ejemplo de torre cilíndrica en muy buen estado de conservación.

Tras esta visita que, al menos al que suscribe se le ha quedado corta, pusimos de nuevo rumbo a Carlow. Últimos días, últimas quedadas… ¿Me permitís un consejo, chicas? Aprovechadlo.

¡Hasta mañana!