Hoy definitivamente nos sentimos ciudadanos ingleses. Salimos de casa y las gotas de lluvia y el viento nos golpean la cara. Un fino chubasquero y un pequeño paraguas plegable compartido entre varios nos protege de lo que muchos nos advertían y de lo que pocos hicieron caso: el clima inglés.
Nos subimos al autocar con algo de frío, pero poco a poco la calefacción encendida va cumpliendo su función y nos ponemos a ver por la ventana. Muchos no se habían detenido a fijarse en los lugares que atravesamos. Las casas son en su mayoría adosadas con un pequeño jardín y, según las zonas, similar arquitectura. Los centros de los pueblos también son muy parecidos, una pequeña calle principal con varias charities shops, un supermarket y muchos centros de estética. Esa es la regla general.
Sí es verdad que en nuestro camino cruzamos Purley y Sutton que parecen albergar más vida, al menos como estamos acostumbrados en Vigo, con edificios y centros comerciales.
Estos últimos días, nos han dicho que cuando nieva o llueve un poco de más todo se colapsa, y lo hemos comprobado viendo colas interminables de atascos en lugares que en días anteriores no había tráfico. Y pese a la buena conducción de Andrew por todo ese caos y a sus maniobras de quitarse el sobrero llegamos al colegio un minuto tarde, a las 8:46h, cuando las puertas del centro ya estaban cerradas. Puntualidad inglesa, ¿Lo recordáis?
La mañana, transcurre como de costumbre entre clases y bromas con los compañeros y por la tarde… nos vamos a la bolera! Muchos son los que presumen de tener grandes destrezas en este deporte pero pocos consiguen demostrarlo. Algunos plenos, bolas voladoras, y mucha diversión es el resumen de la actividad. Sin duda Alen y Justo han sido los fenómenos de la tarde con 70 y 136 puntos cada uno pero ¿Conseguirán mantenerse en el pódium durante los próximos días?
