¡Bienvenidos a otra entrega de wonford diaries!
Hoy hemos amanecido temprano como es costrumbre y nos hemos preparado para un nuevo día de apasionantes clases en el centro escolar. Nos hemos puesto en marcha desde el Coach Park una vez más, aunque a alguna persona le hayan podido las sábanas un poquito en esta ocasión.
Científicos en potencia.
Salimos en ruta y nos acompaña una incesante lluvia que cesa cuando vamos a bajarnos del autobús cual divina providencia. Sin duda es el augurio de un buen día ante nosotros. Nos dirigimos hacia la cantina y los chicos se van despejando para estar preparados cuando comiencen las clases.
Concentración absoluta por parte de Hevellyn.
Tenemos dos grupos: Elm y Beech. Nuestros alumnos han tenido clase de ciencias en la que han podido ir al laboratorio y sentirse casi como Marie Curie al poder trastear con sus propias manos con instrumentos típicos como un vaso de precipitados, un mechero Bunsen y diversos elementos químicos a los que les han practicado un ensayo a la llama. Éste consiste en prender un ion de un metal dado para determinar mediante el color que desprende durante la combustión de qué metal se trata. Aparte de esta, también han podido practicar el experimento del repollo morado, el cual sirve para determinar si un líquido se trata de un ácido o una base.
Comprobando los resultados de sus pruebas.
Además de esta clase, han podido ponerse en contacto con las clases de arte y matemáticas, viendo así todo tipo de materias.
Resolviendo problemas con estilo.
Cuando acaban las clases todos se apresuran para tomar su comida o packed lunch, algunos más entusiasmados que otros por probar las diferentes combinaciones que pueden darse en los mismos.
Una vez terminado, nos dirigimos hacia la catedral de Exeter, donde nos reunimos con Gabe para dirigirnos hacia nuestra actividad de la tarde. Cogemos un autobús y nos dirigimos a Darts Farm, un mercado lleno de puestos con productos de todo tipo de los agricultores y otros productores locales.
Haciendo un poco de ejercicio guiados por Gabe nuestro activity leader.
Al llegar comprobamos que el tiempo sigue soleado y aprovechamos para hacer una yincana seguida de un paseo por los campos que rodean al mercado. Pero no sin antes echar un vistazo a los animales que se estaban relajando al sol. Proseguimos con la actividad dentro del mercado, en la que los estudiantes tienen la oportunidad de entablar conversaciones con los encargados de los puestos, de esta manera aprovechan para poner en práctica tanto su inglés como su manera de afrontarse a situaciones que no conocen. Al acabar, ponemos en común los resultados obtenidos y nos tomamos un merecido refrigerio.
Investigando sobre los productos locales.
Posando junto a la fauna local.
Nos dirigimos a la parada para regresar a Exmouth y la tregua termina, volviendo así la lluvia a caer de manera copiosa. Una vez en Exmouth, nos despedimos hasta el siguiente día.
Buenas noches y buena suerte.
