¡Bienvenidos una vez más a nuestro querido blog, familias!

Esta noche venimos a contaros nuestras peripecias de ayer y de hoy. El martes fue el día en que por primera vez nos tocó venir a todos a la academia por nuestra cuenta, y salvo alguna excepción en la que hubo retrasos, podemos afirmar que fue un éxito 🙂

La actividad fue bolos y os podemos decir ya de ya que nos lo pasamos genial. Nada más entrar en la bolera descubrimos que había más que pistas de bolos: billar, lasertag y más importante para nosotros…más máquinas de recreativos como las que hay en el muelle de la ciudad. Qué adicción…algunos no paramos de buscar las puntuaciones más altas y conseguir tickets para canjear por premios.

Desde que llegamos al recinto hasta que llegó la hora a la que teníamos reservadas las pistas de bolos tuvimos una media hora para dar vueltas por allí e investigar qué juegos tenían las máquinas de allí, desde ganchos para coger peluches hasta un simulador de huracán.

Luego llegaron los bolos, para los que nos dividimos en tres grupos de cinco y ojito porque entre nosotros hay jugadores buenísimos, podríamos hasta dedicarnos a esto profesionalmente eh…

El regreso al centro de la ciudad para coger cada uno sus respectivos buses.

Así acabó nuestro segundo día en Eastbourne. Cuando terminamos las actividades más que las cinco parecen las ocho de la tarde, especialmente ahora que anochece pronto, qué rápido pasa el día a decir verdad!

Esta mañana nos hemos levantado y llegado a clase sin prácticamente ningún problema, creemos que se puede afirmar que ya le hemos cogido el tranquillo a esto de los buses, estupendo. Estuvimos haciendo algunos juegos con la teacher Olivia, como el de “El pueblo duerme”, que en inglés se llama Werewolf (hombre-lobo en español). Por si no lo conocéis, es un juego en el que alguien es un lobo y tiene que ir matando miembros del pueblo sin que lo descubran mientras el resto trata de ponerse de acuerdo sobre quien creen que es el lobo antes de que éste mate otra vez. Jugamos unas cuantas veces y estuvo guay, descubrimos algunas palabras nuevas y practicamos inglés al defendernos ante los demás explicando “por qué no soy yo el lobo”.

Y queridas familias, agarraos porque ahora vienen curvas, subidas, y también bajadas (literalmente). La actividad de este miércoles consistía en una caminata hasta Beachy Head, el cabo más alto de los 7 que conforman el acantilado de Seven Sisters (siete hermanas en español). No estábamos mentalmente preparados para la tremenda cuesta que tendríamos que subir bajo un inesperado sol que pegaba bastante fuerte hoy.

Así de claro os lo decimos: fue duro no, lo siguiente. ¿Quisimos abandonar? Quisimos abandonar. ¿Lo hicimos? No. Porque somos luchadores. (Bueno, y porque no quedaba otra jaja). Al menos podemos afirmar que las fotos quedaron chulas, sobre todo las que hicimos cuando llegamos a la cima y miramos atrás para ver todo lo que habíamos recorrido:

Menos mal que este sitio tiene una cantidad de bancos considerables distrubidos por toda la zona para los turistas, así que algún descanso pudimos hacer para disfrutar el viento en la cara e hidratarnos bien. Aparte una vez alcanzamos a ver el faro que se encuentra en el fondo del acantilado pudimos ir hasta el edificio de Beachy Head, donde hay cafetería, tienda, un pequeño museo con datos interesantes sobre la geología de la zona, etc. Además tenían una fuente donde rellenar nuestras botellas gratuitamente que nos salvó la vida a muchos jeje.

En fin, ha sido un día bastante cansino la verdad, así que vamos a dejarlo aquí por hoy. Aún así, podemos afirmar que estuvo interesante la actividad para hacer aunque sea una vez en la vida, pero sinceramente lo más probable es que si visitamos Eastbourne de nuevo en el futuro finjamos que nos hemos olvidado de visitar Beachy Head, ups, qué pena.

¡Abrazos gigantes a todos!

Noelia García Mouriño