Hoy amanecimos con el cielo muy gris y lluvias durante toda la mañana, pero fuimos muy afortunadas porque por la tarde, cuando teníamos que estar al aire libre, salió el sol.
Al terminar las clases cogimos todas el bus hacia Christchurch. Tuvimos que correr un poco para no perderlo y al ser un grupo tan grande, nos llevó un rato pasar las tarjetas y sentarnos. Se puede decir que dominamos el bus, ¡éramos mayoría de españolas!
Visitamos el monasterio del pueblo, donde un señor con túnica nos explicó un poco de su historia y después nos acercamos a las ruinas del castillo, que está cerca del río.
También en el río estaba la dunking stool, que es como una silla “usada” en el pasado para descubrir si una mujer era bruja o no. Si no lo era, se moría ahogada, y si lo era, la mataban después. Vamos, que si eras sospechosa tenías un futuro brillante por delante…
Antes de coger el bus de vuelta descubrimos un Poundland, donde todo cuesta una libra, y decidimos compranos unas galletas para el camino. Seguimos con nuestro proceso de aprendizaje sobre el transporte público en esta ciudad, pero cada día nos cuesta menos 🙂
Por cierto, fun fact: ¿sabíais que todos los cisnes del país son propiedad de la reina?
Nos quedan 16 días de aventura por delante, hasta entonces, seguiremos informando.
