¡Hola, familias!
¿Qué tal vuestros fines de semana? El nuestro ha estado ajetreado.
El sábado tuvimos nuestra primera excursión de día, al pueblo cercano de Hitchin. Pudimos pasear por primera vez por el pueblo que nos acoge estas semanas, Letchworth, de camino al tren a Hitchin, donde pudimos disfrutar de un festival de comida y una tarde de compras. Ahí, las más nostálgicas recuperaron por un momento los sabores de casa en los puestos de comida española. Después del viaje, todavía hubo un poco de energía para una noche de cine.
El domingo nuestro día fue un poco más campestre. Después de comer, nos fuimos hasta Wimpole Hall, donde pudimos ver cientos de años de historia en una sola casa, pasear por los jardines y la granja, con animales como uno de los caballos más altos de toda Inglaterra (19 manos, para quien tenga curiosidad). El paseo no fue suficiente para agotar la energía inagotable, así que, a la vuelta al internado, aún pudieron pasear por el pueblo antes de irnos a dormir.
Hoy tocó volver a la rutina de las clases. Por la tarde, entre paseos y cenas, empezamos uno de los proyectos artísticos de la experiencia, del que todavía no sabemos mucho. Por lo pronto, han podido diseñar las tapas de unas cajitas de madera que pintarán muy pronto. Hace un ratito, antes de irnos a dormir, terminamos el día con unas partidas de dodgeball.
A ver qué aventuras nos esperan mañana. ¡Nos leemos pronto!