¡Hola, familias!
¿Qué tal estáis? Por aquí hemos cruzado ya el ecuador de esta experiencia con aventuras y aprendizajes que seguro perdurarán.
El fin de semana llegó con uno de los días más esperados de estas semanas: ¡Londres! Las expectativas eran muy altas y el caos nos acompañó todo el día desde todas las direcciones posibles. Aun así, las chicas pudieron disfrutar de la ciudad que solamente han empezado a conocer. Aun sin tiempo de digerir el fin de semana, en dos días estaremos de vuelta por la capital para ver los lugares emblemáticos que quedaron pendientes el fin de semana.
El domingo tampoco estuvo falto de aventuras, con un día en Brighton donde, además de un buen rato de compras (preparaos, habrá avalancha de souvenirs a la vuelta a Vigo), pudieron disfrutar de ver de nuevo el mar y del muelle de Brighton, con atracciones, juegos, comida rica y alguna que otra gaviota ladrona que poco tiene que envidiar a las de Cíes.
Por la noche, los estómagos echaban ya de menos la comida española, así que algunas de las chicas se pusieron manos a la obra para preparar su primera tortilla, que aun tras la disputa de si debería o no llevar cebolla, les quedó riquísima.
Ayer tocó la vuelta a la rutina y a las clases, con la buena noticia de que una profesora de ciencias inglesa está muy impresionada con el trabajo de las chicas. Tras un paseíto por el pueblo y la cena, esta vez fueron ellas quienes enseñaron las normas jugando al brilé. No sé si lo preferirán o se estarán aficionando más al dodgeball, pero sea como sea siempre viene bien soltar un poquito de energía antes de dormir.
Mañana os cuento más sobre nuestras visitas de esta semana. ¡Nos leemos pronto!
Ainoa.