Tercer día de vida inglesa. Ya casi nos hacemos con los buses, ahora solo nos falta dominar los horarios para ser puntuales (esto no es Vitrasa ni de lejos). Poco a poco nos vamos habituando a la vida de aquí, las clases nos cuestan menos y casi no nos perdemos por el insti (aunque es enoooorme).
Por la tarde fuimos de visita a Richmond, tuvimos que coger varios autobuses (menos mal que tenemos a nuestro guía Vincent para orientarnos). Allí, hicimos una “Treasure Hunt”.
El sitio es increíble, mezcla el encanto de los edificios tradicionales británicos con la modernidad de los aviones pasando por encima de nuestras cabezas. Hasta parecía que los podíamos tocar con la mano (y es que estábamos pegaditos a Heathrow).
Tras una ardua búsqueda en la que aprendimos un poco más sobre esta ciudad, nos volvimos con nuestras host families a disfrutar de la cena.
Poco más tenemos que decir, ¡mañana os contamos más cosas!
See you later
