Último día en Londres

Queridos padres

Nuestra aventura ya está llegando a su fin.

Como os comentamos en el anterior blog, el domingo pasado no pudimos acabar nuestra ruta por Londres por culpa de la maratón, pero este jueves nos hemos olvidado del instituto para acercarnos por última vez hasta la capital.

Nos bajamos del metro en la estación de Westminster, donde nada más salir por la puerta nos encontramos de frente con el London Eye, una noria que llega a los 135 metros de altura y es una de las principales atracciones turísticas ya que permite tener unas muy buenas vistas de la ciudad.

Los niños estaban tan enfrascados en este, que no se dieron cuenta que si se daban la vuelta verían el famoso Big Ben, al lado del Westminster Palace, siendo este primero el reloj más famoso del mundo. Ambas construcciones son icónicas y reconocibles al instante, así como unos de los puntos de referencia más  emblemáticos del país.

Recorrimos el Westminster Bridge hasta una zona al lado del Támesis en el que poder sacar fotos con los edificios de fondo.

Una vez acabada la sesión de fotografía, volvimos a cruzar para dirigirnos hasta Westminster Abbey, uno de los edificios religiosos más importantes del mundo, ya que ha desempeñado un papel importante en los asuntos políticos, sociales y culturales británicos (como coronaciones) durante muchos años.

De allí nos dirigimos hasta St James´s Park, por donde paseamos hasta el siguiente destino. Este es uno de los ocho Royal Parks de Londres, que cuenta con impresionantes vistas del lago central, en el que (como no) habitan enormes patos. Para no variar algunos intentaron echarle la mano a algunos de estos animales, pero por suerte nadie ha salido herido.

Al acabar de atravesar el parque llegamos hasta el Buckingham Palace, reconocido en todo el mundo como el hogar del monarca, el foco de las celebraciones nacionales y reales, así como el telón de fondo de la ceremonia regular de cambio de guardia (por desgracia no pudimos presenciar una). 

Justo en frente nos encontramos con el Victoria Memorial, un famoso monumento a la reina Victoria. Fue la pieza central de un plan de planificación urbana, que incluía la creación de los Jardines de la Reina.

Una vez terminado allí, y tras muchas peticiones e insistencias de los niños, dimos la opción de dejarles el resto de la tarde libre para deambular por la ciudad y quienes quisieran podían venir con nosotras a visitar el puente más famoso de Londres.

Así es como al terminar de comer nos reunimos con un grupo de estudiantes que nos acompañaron hasta el Tower Bridge, un hito icónico de Londres y uno de los sitios históricos más amados de Gran Bretaña. Este puente también cruza el Támesis y está situado al lado del Tower of London. Está formada por dos torres y dos pasarelas, una general y otra superior que solo va de torre a torre.

Al acabar el día nos volvimos para Bromley, algunos un poco decaídos porque empezaron a ser conscientes de que esta experiencia está llegando a su fin y que al día siguiente, tocaba despedirse de sus compañeros ingleses

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Elisa Bastos Gonzalez

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