Hoy nos subimos a nuestras escobas y ponemos rumbo hacia nuestra última excursión: Oxford!
Como buenos aspirantes a magos, hacemos nuestro primer hechizo bien temprano: convertimos nuestros objetos voladores en un flamante autobús. Siempre es bueno desplazarse bajo techo cuando llueve.
Nuestro viaje no sólo ha sido a través del espacio sino del tiempo, concretamente al siglo XVII. La construcción aquí no es como en otros lugares donde uno no deja de ver ladrillo, aquí la reina es la piedra lo que hace que la ciudad sea más emblemática.
Paseamos por sus calles y descubrimos su ópera y bibliotecas, el primer museo del mundo, librerías con más de cinco millones de libros, la facultad más rica y exclusiva de Oxford y por último, una de las fuentes de inspiración del universo de Harry Potter: Christchurch.
Allí intentamos absorber algún conocimientos mágico más a ver si logramos detener la insistente lluvia, pero lo máximo que conseguimos es convertir nuestras varitas mágicas en un paraguas y continuamos con nuestra excursión.
Por la tarde regresamos con ganas al autobús. Está calentito y con unos calcetines nuevos y secos, comprados en el Primark a última hora, se está aún mejor. Una siesta, un vistazo al blog y un par de canciones y llegamos a New Milton, la ciudad de Jaime.
Mientras esperamos por nuestro tren, aprovechamos para hacer alguna compra de última hora y descubrir un poquito más la ciudad. Después nos ponemos manos a la obra para organizar el día de mañana: Ir con la familia a Londres, ver un partido de fútbol, cocinar o quedar con los buddies, hay muchos planes posibles y muy poquito tiempo!!
¿Qué haremos al final? Os lo contará mi compañera Pili que os mantendrá informados hasta nuestro regreso!
Yo por mi parte me despido agradeciéndoos vuestro interés en nuestras publicaciones y el cariño que nos mandáis desde España.
¡Nos vemos el miércoles en Peinador!
