Aunque el día empezó muy temprano en el aeropuerto de Vigo, pronto cogeríamos nuestro primer avión con destino Madrid y posteriormente el segundo con destino Gatwick. Fueron dos vuelos tranquilos en los que algunos aprovechamos para echar una cabezadita o simplemente intentar reposar un poco de nuestro madrugón.
Como era de esperar el tiempo inglés no tardó en darnos la bienvenida, y junto con nuestros compañeros con destino Saint Austell cogimos el bus hacia Heavitree. El tráfico hizo que tardáramos más tiempo de lo planeado en llegar a nuestro destino, pero una vez allí y al conocer a nuestras familias, la espera mereció la pena.
Mañana tendremos un día tranquilo para estar con nuestras familias inglesas y descansar del largo viaje. ¡Nos lo hemos merecido!