¡Hoy hemos vuelto en tren a Exeter!
Esta vez hemos bajado una parada más lejos para ir a la universidad. Lesley no ha podido venir con nosotros, así que Sam y Luke nos han acompañado en esta excursión.
Luke es uno de los monitores de actividades que ha estudiado en la universidad de Exeter, así que teníamos con nosotros al mejor guía para saber cómo movernos por allí. Nos ha contado que esta universidad es una de las más prestigiosas de todo Reino Unido, a la que acuden estudiantes de todo el mundo.
Al llegar, hemos visto que, a diferencia de un edificio grande que muchos esperaban, la universidad está distribuida en diferentes pabellones según las asignaturas que se cursen.
Primero, pasamos por los jardines de la universidad hasta llegar a un edificio que, según nos contó Luke, había sido donado a la universidad en 1922, y donde actualmente se celebran las graduaciones y eventos importantes, incluso hay quien se ha casado allí.
Luego, nos dirigimos hacia la parte central donde se encuentran los diferentes pabellones. Entre todos, había un edificio alto que destacaba por encima del resto, y Luke nos explicó que era la facultad de física y que incluso se podía ver desde el centro de la ciudad.
Pasamos también por el Great Hall y como empezaba a llover, nos dirigimos al pabellón central, donde se encuentran la biblioteca y el punto de información para estudiantes. Allí, también tienen algunos bares y cafeterías, una tienda de la universidad donde muchos aprovecharon para comprarse un recuerdo, ¡e incluso una peluquería!
Antes de darles tiempo libre, se dividieron en grupos de tres o cuatro y tuvieron que hacerle un par de preguntas a algunos estudiantes sobre qué estudiaban y por qué habían escogido esa universidad.
¡También hubo quien aprovechó para darnos un pequeño concierto de piano!
Media hora para compras y café, y de vuelta a la estación para llegar a tiempo a la cena.
