¡Hola hola, familias! <3 Cómo estáis en esta nueva semana? Echando de menos a vuestrxs mini seres de luz?
Hoy os escribo desde el Costa café mientras ellxs disfrutan de sus 45 minutos de tiempo libre después de su primer día en The Hazeley Academy. Pero eso es otra historia, ya llegaremos ahí, prefiero ir contándoos cómo va avanzando todo de manera lineal. Es decir, retomando esta historia por donde la dejé.
Después del último día en St. Neots y la despedida de Joe y Clare, el sábado fue un día de descanso para todxs. Quedaron en el centro comercial, algunxs de ellxs fueron al bufet, otrxs se perdieron a su bola, y otrxs pasaron el día con sus hosts. A lo largo de este día y del siguiente tuvimos varias charlas sobre la empatía y la necesidad de hacer que todo el mundo se sienta invitado e incluido, siempre teniendo en cuenta que es inevitable que se formen grupos más pequeños dentro de un grupo de 20 personas. Sigo diciendo que estoy super orgullosa de todxs ellxs y cómo se cuidan lxs unxs a lxs otrxs, y se lo digo a ellxs igual que os lo cuento por aquí. Haciéndoles conscientes también de que siempre hay responsabilidad en cada unx de nosotrxs con respecto a cuánto queremos involucrarnos con los demás. Las relaciones son una calle de doble sentido. Adoro estas conversaciones, son una de las partes de mi trabajo que hacen que todo merezca la pena.
El caso es que el domingo nos fuimos de excursión a Cambridge. El viaje se dio sin complicaciones hasta que llegamos allí y nos encontramos con muchas obras y una maratón local cortando todo el tráfico y nuestra manera de llegar al punto donde habíamos quedado con Sophie, nuestro contacto local. Una vez más, la vida. Llegamos algo más tarde de lo esperado pero llegamos, allí nos recogió Sophie y nos guió hasta el centro de Cambridge, mientras paseábamos por la calle en la que se encuentran el acceso a las distintas universidades. A pesar de que ninguna de las películas se grabó allí, ¡parecía que estábamos en una peli de Harry Potter! Una pasada, la verdad. El estilo de las ciudades te gusta o no te gusta, y hubo a algunxs que nos flipó y a otrxs para lxs que fue un poco… sin más. Lo que nos encantó a todxs fue la actividad que hicimos después de la pausa para la comida y el tiempo libre: subirnos en en estos barquitos típicos ingleses que van con el barquero empujando desde atrás. Si os interesa tener una idea más visual, podéis buscar punting Cambridge en Google. Nos reímos muchísimo mientras íbamos por el río viendo las universidades a los lados. Se nota que somos españoles, qué puedo decir. Somos entusiastas y hacemos ruido. Es lo que es. Siempre conscientes de dónde estamos y adaptándonos un poco a lo que vemos, ¡pero la esencia no se puede ni se debería cambiar nunca! Tras aquella aventura y un poco de tiempo libre, volvimos a casa sin ningún percance más que mencionar.
Esta mañana ha sido un bello caos, como me encanta decir. Primer día en el instituto, la mitad de nosotrxs perdidxs y la otra mitad sufriendo los retrasos de las distintas líneas de bus. Al final (como todo tiene solución menos la muerte) tampoco ha pasado nada por llegar tarde. Nos hemos reunido con los estudiantes de aquí, les han asignado un buddy a cada unx (un compañero que les ayudará a que entiendan mejor cómo funciona el sistema de clases y el high school en general). Les han dado los horarios y han tenido sus primeras clases. De momento estamos aterrizando aún y viendo cómo es todo, pero tiene una PINTAZA. Un ambiente muy distinto al que acostumbramos a ver en España, mucho más diverso. Creo honestamente que esta es una oportunidad enorme para nuestros mini seres de luz <3 Salir de lo conocido (la famosa zona de confort) nos hace ver las cosas desde otra perspectiva. Nos hace crecer y mejorar como personas. Y eso es lo que están viviendo todxs y cada unx de ellxs, cada unx con sus retos individuales.
Veremos cómo avanza la semana y qué nuevos retos tenemos que superar. Os tendré al día y mando por Whatsapp las fotos de ayer <3 ¡¡¡Un abrazo enorme desde Milton Keynes!!!