¡Buenas noches, familias! La publicación de hoy seguro que era una de las que más estabais esperando, la de la visita a la capital de Inglaterra, Londres.

A las 9 de la mañana cogimos el tren en la estación de Farncombe rumbo a la estación de Waterloo.

Allí nos encontramos con otro grupo, el destinado en Sunbury on Thames, con el cual compartiríamos toda la excursión.

Una vez empezamos el recorrido, lo primero que nos encontramos fue el gran
London Eye, la noria más grande de Europa.

Entonces nos pusimos camino al otro lado del río Támesis, cruzando el Westminster Bridge, desde el cual se podían apreciar el Westminster Palace y el famoso Big Ben, que por desgracia se encontraba en obras.

Aunque teníamos grandes monumentos que observar, los alumnos no podían irse sin una foto de uno de los grandes atractivos de este país, sus cabinas telefónicas.

De camino al próximo destino cruzamos por St. James Park, un lugar donde los animales viven en libertad y se acercan continuamente a las personas en busca de comida.

Paso a paso acabamos llegando a la residencia de la familia real británica, el  monumental Buckingham Palace.

Después de 15 minutos de tiempo libre para explorar las afueras del palacio pusimos rumbo de nuevo a St. James Park, lugar donde nos tomaríamos un descanso y aprovecharíamos para comer.

Aunque algunos con más comodidades que otros.

Una vez terminada la hora de comer tocó poner rumbo a Trafalgar Square, la plaza más importante y conocida de todo Londres.

Además, en esta plaza se encuentra el gran Nelson’s Column.

Tras abandonar este emblemático lugar nos dirigimos a una ubicación que tomar como punto de encuentro. En ese momento, los estudiantes pudieron disfrutar de tiempo libre para poder explorar por su cuenta, y, de paso, irse de compras.

Una vez llegada la hora límite, todos nos reunimos en el punto de encuentro acordado. A partir de ahí comenzó una travesía hasta llegar de nuevo a la estación de tren de Waterloo, a donde los alumnos llegaron exhaustos y con ganas de descansar, por lo que todos se sentaron en el suelo para poder recuperar energías.

Tras un día que exigió caminar mucho, los alumnos se subieron al tren de vuelta a casa, donde por fin podrían descansar después de una larga jornada de visita a la capital inglesa.

Mañana es domingo, día de la semana en que podrán desconectar haciendo vida familiar.

¡Esto ha sido todo por hoy, nos vemos de nuevo mañana!