Como siempre ocurre, después de la tempestad llega la calma o, como decimos en Galicia, nunca choveu que non escampara. Tras pasar en Londres un día donde la lluvia fue uno de los principales protagonistas, llega un día de domingo soleado durante el cual todos y todas repusimos nuestras energías y pasamos tiempo con nuestras host families.
También hubo tiempo a la tarde para dar un paseo por la ciudad de Norwich, de la que ya nos tenemos que empezar a ir despidiendo dado que este es nuestro último fin de semana por tierras inglesas.