¡Buenos días desde Swords!

Dicen por ahí que lo bueno se hace esperar… Y como este blog es de los buenos, pues llega unas cuantas horas después de lo habitual. Pero no creáis que el retraso ha pasado desapercibido, ya me lo han dejado caer de distintos modos (recordándomelo en persona, por mensaje, con caritas de pena, etc). ¡¡¡Son más exigentes vuestros/as hijos/as con mi blog que mis propios jefes!!!

Día 17 – Rebasando el ecuador de nuestra aventura

Ya hemos pasado la mitad de nuestro tiempo aquí. En consecuencia, nos queda poquito para volver. ¡¡ALARMA, QUE YA MISMO ESTAMOS DE VUELTA!! Supongo que las mamás y papás se dividen en dos grupos: aquellos/as que estáis ya ansiosos/as por tenerlos/as de vuelta y darles muchos mimos, y aquellos/as que estáis viviendo un sueño lleno de paz y felicidad que pronto llegará a su fin jajajaja. (Quiero creer que existen personas del primer grupo, pero si estáis todos/as en el segundo, quiero que sepáis que yo no os juzgo, es más, os entiendo perfectamente… yo sólo me limito a describir la realidad). 🤣🤣🤣🤣🤣

Pues no sois los únicos. Aquí la chavalería también apunta en dos direcciones: aquellos/as que la primera semana pensaban que vivir aquí era lo peor y ahora están maravillados/as y se quedarían en Irlanda si les diésemos la oportunidad, y aquellos/as que sin pena ni gloria viven la rutina que les toca pero tienen la mente ya cruzando el mar y cerquita de Vigo. 🇮🇪 – 🇪🇸

Me imagino que ya conocéis muy bien a vuestra prole y que ya sabéis en qué grupo se encuadran. Aunque quizás haya alguna sorpresa…. Sea cuál sea la situación de vuestros/as peques, aún queda más de una semana que intentaremos aprovechar a tope: hacer amistades, practicar el idioma, descubrir el país. Recordad que para un adolescente un día es un mundo, imaginaos lo que puede dar de sí la próxima semana…

Día 18 – El día que Tayto y Ryanair se fijaron en nuestro grupo

El miércoles todos/as tenían los ánimos renovados. Bien llenos/as de energía. Mirad a Leire, por ejemplo, que a las 8 de la mañana estaba posando con una sonrisa de oreja a oreja delante de un camión de reparto de las patatas Tayto, sus favoritas. No me extrañaría nada que le pidiesen ser la imagen en su nueva campaña publicitaria jajaja

Por la tarde, tocaba taller de carpintería. El proyecto de hoy era hacer un avión de madera. Tocó usar la sierra de calar industrial y también una manual, la máquina de lijar, el martillo y los clavos (Y YO VIVIENDO EL MOMENTO EN TENSIÓN… ¿no podíamos hacer danzas regionales que son menos peligrosas?).

Creo que algunos tienen dotes para la carpintería y si os van a poder ayudar a arreglar muebles… otros en cambio, como mucho os sirven para ayudar a cargar los trastos en el carro en alguna visita familiar a IKEA o a LEROY MERLIN. Porque no querríais verlos/as cerca de una máquina de este estilo.

Es una pena que nos tuviésemos que ir pitando, porque Sean se tenía que ir a pasar la revisión al coche… entonces, estábamos un poco apurados al final. Al salir por la puerta del colegio, llovía con intensidad, así que perdí la oportunidad de quitar una foto al grupo con sus aviones. Fue una concatenación de pequeños infortunios…. C’est la vie… pero no hay mal que por bien no venga, así que ahora podéis esperar con ganas para ver sus avioncitos de madera cuando regresen a España. O si lo preferís, les sacáis el tema cuándo habléis con ellos/as, a ver qué os cuentan y a ver si os muestran el resultado final.

Desde aquí, quiero destacar la destreza y rapidez de Joaquín y Carla T que terminaron pronto y consiguieron realizar unos aviones muy bien acabados. También mostraron disposición para ayudar a los/as demás compañeros/as.

Pero también tengo que echar un poco la bronca al grupo, porque a Jimena y a Leire les robaron sus alas y casi les da algo. A punto estuvieron de no terminar el proyecto y tenían un disgusto de tres pares de narices (imaginaos a Leire en acción, le faltó poco para montar un interrogatorio y una inspección con cacheo incluido ajajajaja; tiene más entrega y dedicación por la justicia y por hacer el bien que muchos coroneles). Al final, todo se resolvió, así que no hay motivo para que cunda el pánico.

¡Quien tuviera 15 años otra vez!

Iago.

Iago Rodríguez Diéguez