El martes y el miércoles siguieron con el mismo ritmo por las mañanas: clases de inglés en Hello Exmouth. Poco a poco, se van soltando más, que al final es justo el objetivo.
Por la tarde del martes hicimos algo diferente: fuimos al cine a ver una película en inglés, sin subtítulos. A priori parecía una experiencia complicada, pero todos se defendieron mucho mejor de lo esperado. La película era I Swear, basada en la historia real de un chico con síndrome de Tourette que acaba convirtiéndose en Sir..
El problema fue que… no nos habíamos dado cuenta de que la película era en acento escocés. Y el escocés, incluso para los que hablamos bien inglés, es otro idioma. Aun así, la mayoría entendió perfectamente la trama, aunque hubiera momentos en los que las frases se perdieran entre tanto acento. En conjunto, fue una buena experiencia. No hay fotos del momento, claro, porque estábamos en el cine, pero mereció la pena.
El miércoles por la tarde tocó una salida más tranquila: fuimos a Exeter por última vez, para dar un paseo por la zona del puerto. Visitamos el Customs Office, un edificio histórico que antiguamente servía para controlar el comercio marítimo, los impuestos y las mercancías que entraban y salían por el río Exe. Hoy se conserva como parte del patrimonio de la ciudad y permite imaginar cómo era la vida en los tiempos en que Exeter era un puerto comercial muy activo.
 
  
  
  
  
  
 
Ahora bien, si somos sinceros, quizás no fue la actividad más apasionante para los chicos y chicas. Algunos estaban más pendientes de otros planes: después del paseo, tuvieron tiempo libre y muchos lo aprovecharon para buscar sangre falsa y accesorios para los disfraces de Halloween, que celebramos hoy.
Ya solo queda contar cómo fue el día de Halloween y la despedida, porque el viaje, aunque cueste creerlo, ya está a punto de terminar.
