Hola a todos y todas! Aquí, otra vez, reportando desde Derry. En este caso, entraré a explicar en todo detalle nuestra excursión de la semana, donde fuimos al Ulster American Folf Park, en Omagh, a aproximadamente 45 minutos de Derry. Llegamos todos al punto de encuentro, donde ya nos estaba esperando nuestra guía acompañante Ellie, nativa de Derry. En el viaje en autobús los chicos aprovecharon para dormir, charlar o simplemente escuchar música! Nos rodeaba un paisaje mágico; eternas praderas verdes con ovejas o vacas. Las ovejas aquí son bastante diferentes a las españolas, lo cual es muy curioso.
En el Ulster American Folk Park nos encontramos con un recorrido en el que se recrea desde que los migrantes irlandeses aún estaban en Irlanda hasta la migración por motivos económicos a Estados Unidos. En cada punto, había actores explicando su oficio, o características de las época en la que vivían. El primero, donde nos enseñó cómo hacían para tratar la lana, ya nos dejó alucinados. Las casas estaban muy conseguidas, con los techos de paja y los interiores rústicos. Pasamos por varias iglesias, una escuela… hasta que nos “montamos” en un barco y atracamos en el nuevo mundo! Casas típicas de la época en Norteamérica, objetos curiosos… sin duda una experiencia muy interesante, donde creo un todos aprendimos muchísimo. La ambientación era mágica, y te hacía sentir como si estuvieras en esa época de verdad. Solo si que tengo que decir que deberían bajar el volumen de los altavoces donde tienen ambientación con sonidos de pájaros porque vaya susto nos pegó cuando empezó a sonar, madre mía.
Una vez recorrido el parque, nos montamos en el bus y fuimos a unos senderos cercanos a visitar el bosque, lleno de vida y un verde que no pude evitar que me recordara a nuestra tierra. Caminamos por al lado del rio y nos encontramos con muchos perros que nuestros alumnos saludaron uno por uno. Y, creo que lo que más ilusión les hizo, fue que vimos muchos ciervos! Tenían allí una especie de reserva, donde tenían un montón de ellos, y tuvimos que ir con muchos ciervos silencio para no asustarlos y que salieran corriendo. Eran, simplemente, tan adorables. Ninguno queríamos irnos de allí pero ya iba siendo hora de regresar a Derry, un poquito más cansados que por la mañana pero sin olvidar que al día siguiente empezaba una aventura muy emocionante… el instituto! Pero sobre eso, os contaré más en mi siguiente blog.
Muchísimas gracias por leerme, otra vez, y nos vemos en el siguiente. Gracias!