30 de septiembre, 1 y 2 de octubre – Más lugares por descubrir

¡Hola de nuevo!

Después de un buen finde y un lunes intenso de nuevos comienzos, volvemos a contaros qué hemos estado haciendo por esta isla.

El sábado tocó madrugar un poquito para irnos de paseo hasta Bristol, algo que no estaba inicialmente en nuestros planes pero que no podíamos perdernos. Una ciudad grande, preciosa y con un millón de cosas que hacer y mirar en todas las direcciones.

Después de dos horas de autobús (bien aprovechadas por muchos para dormir un poquito más), llegamos al Clifton Suspension Bridge, un puente colgante que recorrimos con unas vistas increíbles.

Un pequeño recorrido más y llegamos al corazón de la ciudad. Allí pudimos sumergirnos durante un rato en la historia y el arte, desde colecciones de tazas de té hasta dinosauros, pasando por todo tipo de arte. Media hora allí no nos llegó para mucho, pero sí para darnos una oportunidad de descubrir cosas nuevas y dejarnos con ganas de más.

Continuando el recorrido, llegamos a una pared donde pudimos ver un Banksy. Aunque muchos no estaban familiarizados con figuras como la de este artista, hemos venido a aprender, así que pudimos descubrir un poco más a este pintor nacido en Bristol.

Poco después hicimos una paradita para comer (me temo que costará acostumbrarlos de nuevo a comer en horarios españoles, a las once ya empiezan a rugir las tripas!). Después de otras vistas curiosas como la de una banda de piratas cantando sea shanties, tuvieron tiempo para explorar mercadillos locales y pasearse por la ciudad. Fue un viaje agotador, pero fantástico.

Al día siguiente tocó descansar, bien con las host families o reuniéndose por el pueblo para divertirse.

Y, finalmente, esta mañana tocó de nuevo un buen madrugón para llegar a The King’s School, el instituto en el que hemos terminado localizados tras algunos cambios en la planificación original. Aunque todavía están organizando los horarios, las chicas y chicos han podido conocer ya a los buddies que les acompañarán en lo que queda de estas dos semanas y tener alguna clase de lo más variado. Esperemos que la estancia en esta escuela nos traiga diversión y buenas amistades según se asienten los horarios.

Por la tarde, tocó ir en taxi (algunas afortunadas en taxi-discoteca) de nuevo a Exeter, donde conocimos más sobre la historia de la ciudad. A pesar de ser la hora de la siesta, creo que saldrán de aquí conociéndola de principio a fin. Un poquito más de tiempo libre, que siempre nos encanta, y de vuelta a casa!

¡Nos vemos muy pronto!

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Ainoa Prado Romero

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