TOTNES – 05/10 – Sábado en Plymouth!

¡Ya es fin de semana! Por suerte hoy no tenemos que madrugar tanto. En la estación nos jusntamos con el grupo suizo e Irene, la otra estudiante española que está en Totnes. Rosalind nos reparte los billetes y nos subimos al tren.

En media estaremos en Plymouth. El día no empieza como esperamos. Una vez llegamos a nuestro destino la lluvia nos recibe, pero nos ponemos las capuchas y abrimos los paraguas para dirigirnos a nuestra primera parada.

Estamos en el Hoe Park. Rosalind nos lleva hasta el Plymouth Naval Memorial, un monumento alzado para recordar a todos los marines muertos en el mar durante la Primera Guerra Mundial que nunca llegaron a ser enterrados. En él se pueden ver placas y placas de nombres junto con los distintos puestos que ocupaban en los barcos de la armada.

Justo en frente se encuentra la Smeaton’s Tower. Se trata de un monumento al famoso ingeniero civil John Smeaton, diseñador del tercer y más famoso faro de Eddystone. En su día supuso un gran  avance en el diseño de faros. La estructura de Smeaton estuvo en uso desde 1759 hasta 1877, hasta que la erosión hizo que fuera necesaria una nueva construcción. La torre fue desmantelada y reconstruida en gran parte en Plymouth Hoe en Plymouth, Devon, donde se encuentra hoy.

Tenemos reservada una visista y además nos vienen muy bien para resguardarnos de la lluvia. Subimos por unas escaleras de caracol muy estrechas y, en algunos tramos, el techo está muy bajo. Es un poco claustrofóbico así que Alba y Ana deciden quedarse abajo. Una vez pasas ese tramo, llegas a las distintas estancias repartidas en tres pisos donde comía, dormía y solía trabajar el farero. En estos tramos las escaleras son muy empinadas y los habitáculos son tan pequeños que cuesta imaginárse cómo podían hacer vida allía los trabajadores.

Tras la visita al faro, Rosalind nos lleva todo por el paseo de la costa hasta las estrechas calles de la zona vieja de la ciudad. Aquí paramos a probar unas de las famosas pastys de The Barbican Pasty.

Es fin de semana, y los fines de semana no debería haber horarios que cumplir. Así que ahora los chicos tienen la oportunidad de explorar Plymouth por su cuenta. Tras una semana apretada, un poco de libertad viene bien. Eso sí, ¡a las 15.30, todos en el punto de encuentro! No podemos perder el tren de vuelta.

¡Mañana más!

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Estefania Penide

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