Bueno familia, ahora ya sí que sí nos ha tocado la vuelta a casa. Despedirnos de la ciudad que nos ha acogido todos estos días que han sido 21, ni uno más ni uno menos.
Nos ha tocado despedirnos de nuestras Host Families y ha sido un poco duro, ya que algunos hemos soltado alguna lagrimilla al decirles adiós con un emotivo abrazo.
Ya todos subidos en el bus, muy temprano ya que teníamos que salir de Norwich a las 6 de la mañana, nos pusimos a hablar entre nosotros un rato pero al final el sueño venció a la cháchara y absolutamente todos se quedaron dormidos en el bus, despertándose cuando quedaba, supuestamente, una hora y media de camino.
Así fue que nos gustaba tanto el bus que nos quisimos quedar más tiempo, estuvimos una hora y media en un atasco y se suponía que teníamos que llegar al aeropuerto a las 9 pero llegamos una hora y cuarto más tarde.
La aventura comenzaba, ya que al salir del bus teníamos que ir corriendo a facturar para ir cuanto antes a pasar el control e irnos hasta la puerta de embarque. Una vez pasada la facturación sin ningún incidente, nos fuimos corriendo a pasar el control en el que, como siempre pasa en Inglaterra, a algunos los detuvieron un rato para comprobar su equipaje que a final no resultó ser nada. A otra se le perdió el billete de bus y tuvimos que ir corriendo a ver donde se lo podían volver a imprimir y, después de muchas vueltas por el aeropuerto, lo conseguimos.
Así nos fuimos todos a la puerta de embarque a tiempo, montamos en el avión y despegamos con unas pocas turbulencias pero todo genial. Ya en Madrid, volvimos a salir corriendo para coger el siguiente avión a Vigo y lo conseguimos!!
Ya en Vigo fue el momento de despedirnos y he de decir que ha sido un placer estar estos días con vuestros hijos, son personas fuertes y valientes, listas, creativas y curiosas y espero que no cambien nunca porque van a llegar muy lejos.
Espero que nos volvamos a ver y muchísimas gracias por todo.
