Aquí estamos con la última excursión que hemos realizado en esta aventura, en estas 3 semanas en el extranjero. Esta vez estábamos todos un poco nerviosos pues no sabíamos cómo iba a ser esta excursión, ni lo que íbamos a hacer, ya que al ir a Cambridge o a Londres sabíamos un poco lo que íbamos a ver.
Esta vez no nos hemos tenido que levantar muy temprano, pues el autobús salía a las nueve de la mañana. Todos fuimos muy puntuales y estuvimos a la hora indicada en la parada del autobús pero se volvieron a retrasar estos.
Sólo tardamos media hora en llegar al destino y no dio tiempo a que los niños se echaran una cabezacita al igual que tampoco hubo las fotos que lo certifican.
Llegamos a un puerto donde había muchísimos yates, pero no nos subimos en ninguno para dar una vuelta por el lago. Nos pusimos a caminar para llegar al centro de interpretación de aves que había en medio del bosque de Woodbastwick-Ranworth y la verdad que fue chulísimo, pues parecía que estaba sacado el sitio de una película.
En el camino, nos encontramos con una iglesia a la que dejamos atrás y también un montón de castañas, cruzando un montón de maleza para llegar al propio centro, donde nos estaban esperando con prismáticos para poder apreciar la belleza de ese lugar y así ver las aves del entorno.
Una vez maravillados con las vistas, pusimos rumbo al autobús de nuevo para llevarnos a Great Yarmouth, un pueblo costero que fue bombardeado durante la segunda guerra mundial y reconstruido de nuevo, siendo lo único que quedó en pie una iglesia del 1033.
Después nos fuimos a dar una vuelta por el pueblo así como entrar a una tienda típica de caramelos en forma de bastón. Seguimos con nuestro camino y nos paramos en un área de recreativos dando tiempo libre a los chicos hasta la hora de la vuelta.
A las cinco, nos vinimos todos para Norwich y la Host Family nos vino a buscar para nuestra penúltima cena en nuestra casa de acogida y así, descansar del viaje.
