¡Bienvenidos a la última entrada!

Así es, el día ha llegado. Nos volvemos con vosotros familias.

Esperando al bus para ir al aeropuerto

El regreso ha comenzado a las 6 de la mañana. Mi madriña, no os imagináis qué sueño. Tanto, que hemos dormido casi todos en el bus de camino al aeropuerto de Heathrow. Al menos hemos tenido un trayecto tranquilo porque al ser de madrugada no había mucho tráfico así que en tan sola hora y media nos hemos plantado allí en Londres con muchas ganas de embarcar y regresar a casa.

Sin embargo, desde que facturamos e hicimos el control aún tuvimos que esperar un buen rato para subirnos al avión. Pero tranquilos todos porque teníamos a nuestro mejor aliado entre el equipaje de mano: un juego de póker que ganó Manu en la sala de recreativos del Eastbourne Pier. Nos hemos aficionado bastante a este juego en las últimas semanas, pero tranquilos que no hay dinero real de por medio, es tan falso como el monopoly.

En el primer vuelo algunos dormimos y otros hablamos, y una vez aterrizamos en Madrid, sobre las 15 hora española, nos dirigimos a pasar el control de pasaportes para volver a entrar en la Unión Europea.

Fuimos con calma, para deshacernos fácilmente de algo del tiempo de escala que teníamos, y finalmente tuvimos algo de tiempo libre para dar una vuelta por las tiendas. Al igual que en la ida, poco compramos, menudos precios 😬 así que decidimos dedicarnos a relajarnos en alguna zona donde encontramos sitio.

En el tránsfer entre terminales

Una vez embarcamos en el vuelo a Vigo, tuvimos un viaje algo movidito hacia el final al aterrizar pero que fue rápidamente olvidado cuando tocamos tierra y supimos que regresábamos a casa. Mención especial a las Sabelas, que no nos pudieron acompañar en el vuelo de vuelta y por lo tanto no aparecen en esta foto.

Familias, ha sido un viaje inolvidable gracias a unos niños tan maravillosos como los vuestros. Se han integrado muy bien y han tratado de disfrutar la experiencia al máximo. Un abrazo muy grande y gracias por leerme y “acompañarnos” a Eastbourne.

Noe ❤️

¡Hola a todos!

Los dos últimos días de clase han llegado, y con ellos, también el fin de las actividades.

El jueves tuvimos una mañana relativamente apacible, porque justo antes de la entrada en clase a la mitad de nosotros nos pilló una granizada. Llegamos a St Catherine’s y más que niños parecíamos esponjas, si nos apretábamos el pelo podíamos regar plantas incluso. Esto hizo que nos perdiésemos un poco de clases ya que teníamos que cambiarnos de ropa para no ponernos enfermos. Con el tiempo inglés nunca se sabe…

De todas formas, no os vamos a negar que estábamos encantados: menos clases y aún por encima con ropa diferente al uniforme. Tuvo su parte buena, en realidad.

Después de arreglar esta situación, fuimos a clase con nuestros buddies como de costumbre, y cuando acabamos, nos recogió Olivia a las 15pm para llevarnos a Skateworld. La actividad de este jueves era patinaje, podíamos escoger en línea o de cuatro ruedas, y teníamos la pista prácticamente entera para nosotros. Algunos ya controlábamos de patinar, así que nos dispusimos a ayudar a los que tenían más dificultades, y conseguimos que se convirtieran en patinadores tan buenos como el resto.

A Marcos no le salían los patines

Cuando acabamos en la pista, Olivia nos llevó a la parada del bus para ir al centro de Eastbourne, donde tuvimos una cena en grupo de despedida en un italiano que estaba delicioso. Lo único malo es que…el fin de la cena supuso la despedida de Olivia, ya que la del jueves era la última actividad del viaje 😢 Gracias Olive por ser la mejor teacher del mundo y cuidarnos tan bien. Aunque nos hicieras subir a pie la horrorosa colina de Beachy Head, no nos olvidaremos de ti.

Y tras la tristeza de la despedida del jueves llega la tristeza de la despedida del viernes, último día en St Catherine’s y última tarde con las host families. Tras las clases, nos despedimos de nuestros buddies, con los que la mayoría hicimos buenas migas, incluso hubo alguna lágrima, no os vamos a engañar. Y finalmente, cogimos por última vez el bus que nos lleva del cole al centro, y nos dividimos para hacer compras de último minuto y luego irnos a nuestros respectivos hogares ingleses a cenar con nuestras host families e intercambiar unas palabras de adiós y agradecimiento por habernos acogido.

Nos vemos en nada familias, os queremos ❤️

Último día en el comedor del colegio

Blanca y Sabela G. también recibieron hoy sus premios del photo challenge del lunes

¡Hola a todos!

El martes amanecimos con cielos bastante despejados en Eastbourne, lo cual nos vino estupendamente. Nos levantamos a la hora habitual para ir a clase a St. Catherine’s con nuestros buddies, y estamos ya un poco cansados de tantos días seguidos con este ritmo, pero definitivamente a muchos nos gustaría poder quedarnos 2 semanas más…o bueno…toda la vida, si es que cuela.

Tras las clases fuimos a Eastbourne Harbour, el puerto de la ciudad, a dar un paseo por la zona. Vimos puentes levadizos que dejaban paso a embarcaciones con diferentes tipos de carga y pudimos aproximarnos a la orilla a ver a una de las focas que viven en estas aguas y que se animó a asomarse.

Tuvimos suerte de que el cielo tuviese pocas nubes, pero aún así hacía bastante frío, así que en cuanto terminamos el paseo decidimos regresar a casa en lugar de tener tiempo para explorar la zona por nuestra cuenta.

Y tras la calma de ayer, regresan las clases la mañana del miércoles. ¡Qué cerquita estamos de acabarlas! Algunos ya nos dejamos apoderar por la dejadez de ser los últimos días y otros seguimos esforzándonos por aprender cosas nuevas, algunos incluso nos aventuramos a ir a ver cómo son las clases de español en un país extranjero 😃

No obstante, lo divertido del día de hoy fue lo que nos esperaba después de las clases en el centro comercial The Beacon. Allí escondido en un rincón del lugar, hay una puerta que lleva a un salón gigante lleno de colchonetas y carreras de obstáculos: el Ninja Warrior.

Primero dimos unos saltos, unos rebotes, y nos tiramos por los toboganes. Esto de calentamiento. Luego ya nos fuimos a lo fuerte: los obstáculos. Lo intentamos una y otra vez a pesar de las caídas, queríamos ver hasta dónde llegábamos, y ya de último nos propusimos subir la rampa súper empinada cogiendo impulso del final del circuito.

Familias ya entramos en la recta final…el próximo blog será el penúltimo 🥲 ojalá quedarnos más tiempo ¡pero también tenemos ganas de veros!

Abrazos para todos