Good morning, everyone! 🙂

Hoy ha sido nuestro último martes en el instituto Cobham Free School. Estamos disfrutando y atesorando cada momento como si fuese el último. Mañana ya es el último día en nuestro pequeño paréntesis de la rutina viguesa y… se nota.

Durante esta mañana hemos seguido a nuestros buddies a todas partes, como siempre y como nunca. Algunos de nuestros estudiantes ya están pensando qué regalarles o qué decirles en la despedida de mañana, ya que se han portado genial. “Nos han integrado mucho en el instituto y son muy majos” nos comentan.

Elisa, Martín, Raquel, Laura, Alba, Manuel Gómez y Manuel Martínez comiendo.

Carmen, Carolina Piñeiro, Candela Santamaría, Antía, Elvira, Mariana, Noa, Nahiara, Nerea, Manuel Gómez, Egoitz y Luis comiendo.

Como os adelantamos ayer, hoy, durante el recreo y la hora de la comida, hemos hecho el test final para comprobar la progresión de los estudiantes en su nivel de inglés después de su estadía en Molesey. ¡Estamos seguras de que todos han aprovechado al máximo esta experiencia y han aprendido un montón de inglés! 🙂

Grupo 1 y Carlota haciendo el test final.

Grupo 2 y Sandra haciendo el test final.

Igual que ayer, lunes, hoy terminamos de ver The Pianist en aquellas horas que deberíamos estar haciendo Educación Física con nuestros buddies, pero que por cuestiones logísticas y materiales, hemos tenido que sustituír por unos agradables ratos en la biblioteca, como ya os explicamos en anteriores entradas. El grupo de Miguel, Alba, Manuel Gómez, Raquel, Inés y Luís terminó la película, conmovidos por la crueldad de las guerras.

Inés y Luís viendo El Pianista.

Pese a lo trágico de la película y de la historia, nos alegramos de ver que vuestros chavales están cargados de sensibilidad. Y también nos alegramos de que hayan visto una larga película en versión original. Esperamos que de aquí en adelante lo sigan haciendo, ya que es una de las formas más entretenidas de aprender otros idiomas.

En la hora de nuestra actividad de hoy, ECA (Extracurricular Activities), en lugar de asistir al club de Historia y al club de Griego Antiguo, como estuvimos haciendo hasta ahora, Helen reunió a Elisa, Inés, Manuel Gómez, Lúa, Carolina Piñeiro, Antía, Carmen, Mariana, Elvira, Nerea, Nahiara, Egoitz, Manuel Martínez, Luis, Miguel, Julio, Carolina Pérez y Candela Castro en nuestra habitación favorita, el R20, para darnos una magnífica clase de Historia de la zona de Molesey, destacando por ejemplo la figura de Enrique VIII y Hampton Court Palace.

Lección de Historia impartida por Helen.

Mientras tanto, Martín, Raquel, Alba, Laura, Alma, Candela Santamaría y Noa disfrutaban del último martes en el Club de Debate, una maravilla dialéctica. En el día de hoy, trataron sobre el feminismo, aunque no fue una conversación muy agradable para alguna de nuestras estudiantes, ya que discrepaban con otras posturas expuestas en la clase. De todas formas, estamos seguras de que han aprendido un montón a defender sus posturas y a desarrollar sus argumentos, ¡y en inglés!

Al término de nuestras actividades de hoy y después de nuestro famoso recuento en el centro del patio, como siempre, nos hemos desperdigado por las calles de West Molesey. Hoy han aprovechado para ir a pasear por el centro de Kingston, ya que el tiempo hoy sí nos dio una tregua, y también se juntaron a cenar juntos, ya que mañana es la útlima cena con las host families.

Egoitz, Antía, Carmen y Alba en el 411.

Mañana os escribiremos la última entrada y os contaremos qué tal nuestra despedida. Así que, nosotras también diremos adiós a una de nuestras rutinas británicas: escribir el blog. 🙁

Esperamos vuestros comentarios.

Abrazos,

Carlota y Sandra

Hello, hello, hello! How are you?

Hoy ha sido nuestro último lunes en Cobham Free School, ha empezado nuestra última semana por tierras británicas. Ya se empieza a notar la nostalgia de la despedida.

Alma leyendo en la entrada de Cobham Free School.

Después de nuestras rutinas habituales, siguiendo a los buddies y disfrutando de las lecciones en el instituto, almorzamos todos juntos en el anexo al comedor. Como siempre, aprovechamos este momento para intercambiar anécdotas de la mañana, gastarnos bromas, hacernos fotos y, una vez terminada la comida y recogida la habitación, salir al patio para estar un rato más con nuestros amigos ingleses antes de seguir con la mañana.

Martín, Julio y Lúa en el comedor.

Como ya os contamos en entradas anteriores, algunos grupos no pueden hacer Educación Física por cuestiones logísticas del instituto. Por tanto, este tiempo, lo estamos utilizando para compartir en la biblioteca, bien sea lectura o bien películas. Como os escribimos el lunes pasado, empezamos el visionado de The Pianist. Una de las películas más famosas sobre la ocupación nazi de la capital polaca, Varsovia.

Julio, Elvira y Caro Pérez en la biblioteca, viendo la película El pianista.

Pues, hoy, la acabamos de ver con el grupo de Antía, Mariana, Julio, Elvira, Carolina Pérez y Noa. Además, aprovechamos para hablar de algunos datos curiosos sobre otras figuras relevantes de la cultura de la ciudad, como el reconocido Janusz Korczak, pediatra y pedagogo judío, que da nombre a varios centros educativos de Varsovia, por su valiosa misión en vida como educador fuera y dentro del gueto.

Después de terminar con nuestras sesiones académicas, nos juntamos en el patio central del instituto para hacer nuestro recuento y salir del centro. A las puertas nos esperaría Shakun, quien nos acompañaría en nuestra ruta en el 411 hasta Kingston.

Nerea y Lúa camino al 411.

Noa y Elisa en el 411.

La intención de hoy era la de dar un agradable paseo por la rivera del río, mientras Shakun nos compartía algún dato curioso de la zona. No obstante, pese a las casi inexistentes previsiones de lluvia y que parecía que podía aguantar sin romper a llover, finalmente el tiempo no nos dio una tregua, and it has been raining cats and dogs since then! 

Ante la imposibilidad de continuar con nuestro paseo por la orilla del río, decidimos dejarles un poco de tiempo libre por el corazón de Kingston antes de la retirada a casa para la cena con sus host families.

Es una pena que todavía no podamos controlar el tiempo.

Mañana último martes en Cobham Free School. Ya os contaremos qué tal nos va, ya que tenemos varias cosas que hacer para ir poniendo el broche a la aventura británica, como nuestro test final para ver cuánto hemos mejorado en nuestra estancia en Molesey.

Abrazos,

Carlota y Sandra

Good morning, everyone! How are you all doing?

Hoy empezamos nuestra última semana, nuestro último lunes en Cobham. Pero eso ya os lo contaremos en la próxima entrada. En este post, os contaremos qué tal nos fue el sábado en Londres y, también, para mucho de nosotros, el domingo.

Como ya es habitual, el sábado nos reunimos en la estación de tren de Kingston sobre las 08:45. Para el recorrido, nos acompañó Fara, una nueva guía que desde el minuto cero captó nuestra atención con sus conocimientos y facilidad de transmitir entusiasmo. Después de nuestro habitual recuento y algun café rápido para terminar de despertar, pusimos rumbo a Londres.

Nerea, haciendo de escritorio para Nahiara, mientras firmaban las tarjetas que regalamos a los cumpleañeros de esta semana.

En el viaje en tren nos dio tiempo a charlar y también a hacernos fotos con filtros graciosos.

Foto de Julio hecha por Candela C.

Como siempre, nuestro tren llegó con puntualidad inglesa a la estación de Waterloo, que ya se ha convertido en nuestro punto de bienvenidas y despedidas de nuestra ciudad.

Miguel, Julio, Noa y Candela S en Waterloo Station.

Grupo, con Carlota, en Waterloo Station.

En Waterloo hicimos conexión con the tube y nos adentramos en las profundidades de la ciudad de las mil caras para llegar a la zona de Greenwich, nuestro destino para este día.

Nada más llegar allí, Fara nos comenzó a explicar interesantes datos de la zona, como la conexión entre la navegación y la astronomía, las dos cosas más relevantes de Greenwich. Nos hizo un pequeño recorrido por el pueblo, donde aprovechamos para comer nuestros snacks antes de entrar en National Maritime Museum, lugar con las colecciones marítimas más interesantes y extensas.

Grupo en el Museo Marítimo.

Alba, Elvira, Mariana, Carmen y Antía en las exposiciones del museo.

Inés, Miguel, Luis, Lúa y Raquel en el centro del museo.

Sin embargo, algunas apreciaron mucho más otras peculiaridades de la zona: “Pues a mí lo que más me gustan son las vallas” comentó Carmen.

Después de recorrerlo de punta a punta y aprovechar para sacar fotos, dibujar, jugar, explorar, debatir… compartimos un bonito almuerzo en el Greenwich Park, donde nos dio tiempo a jugar con los preciosos perros que paseaban por allí o cantar y bailar, entre otras cosas, aprovechando la no-lluvia de ese día, pese a lo amenazante que parecía el gris del cielo.

Picnic en Greenwich Park.

Una vez devorados nuestros packed lunches, nos atrevimos a subir la colina sobre la que descansa el Greenwich Meridian Line 0 y The Royal Observatory. Una experiencia única. Allí recorrimos todos los rincones del observatorio con la ayuda de nuestra audio-guía y aprendimos muchísimo sobre longitudes, latitudes, astronomía y navegación.

Grupo, con compañeras de otros grupos, en el Meridiano 0 de Greenwich.

Manu M y Egoitz en el observatorio.

También nos reunimos con otras compañeras y compañeros de diferentes grupos, lo cual siempre causa un gran revuelo entre los chavales. Como si hubiesen pasado años sin verse, aunque nos tropecemos cada dos por tres los unos con los otros en las actividades. Pero, ya se sabe, la intensidad emocional de los adolescentes…

Grupo, con Sandra, en la bajada del observatorio con el museo de fondo.

Al terminar nuestra visita en el observatorio, pusimos rumbo al Greenwich Market, en el corazón de la zona. Allí pudimos recorrer sus bonitas calles, sus tiendas artesanas, comprar algún souvenir más o seguir comiendo (parece que tanta actividad y estar en edad de crecimiento abre el apetito).

Grupo atento a las explicaciones de Fara.

¡Y rumbo a casa! Desde el mercado de Greenwich pusimos rumbo a la estación de Waterloo para coger el tren que nos llevaría de vuelta a la estación de tren de Kingston y, de ahí, cada mochuelo a su olivo. Pero no por mucho tiempo.

Alma, Laura, Lúa, Candela C, Raquel y Caro Pérez en el metro.

Como era el deseo de las chicas y los chicos pasar el último domingo en Londres, y nosotras solo estamos aquí para cumplir sus deseos (nótese un poco la retranca), después de algunas consultas técnicas, acordamos visitar de nuevo la ciudad el domingo con 18 estudiantes. Los demás prefieron quedarse en la zona de Kingston o pasando el día con sus host families.

El plan de viaje fue el de siempre. No así la ruta. Esta vez iríamos a otra zona de la gran ciudad de Londres: Portobello y Nothing Hill. Así comenzamos la mañana, recorriendo sus calles y comiendo en el mercado, pudiendo elegir entre las variedades culinarias que se nos presentaron: comida china, peruana, española, tailandesa, mexicana, venezolana, italiana… También aprovechamos allí para hacer alguna compra más, con regateo incluido, para después perdernos por las calles hasta llegar al bonito barrio de Nothing Hill.

Caro Pérez con Julia Roberts.

Después de este pintoresco recorrido, pusimos rumbo a Oxford Street y Tower Bridge, aprovechando para hacer las últimas fotos y vídeos y echar el último vistazo a una de nuestras ciudades favoritas. También nos dio tiempo a apreciar algunos de los edificios más emblemáticos de la arquitectura de Norman Foster, como el City Hall y The Gherkin (30 St Mary Axe). Una maravilla arquitectónica para despedir la ciudad de las mil caras.

Grupo cruzando el Tower Bridge.

Una vez terminado nuestro recorrido, nos subimos al tren con destino Kingston. No sin antes experimentar una de las sensaciones más auténticas de Londres.

Manu G, Noa y Candela C enlatados en el metro.

En la próxima entrada, como os mencionamos antes, os contaremos qué tal nos ha ido en este último lunes en Molesey.

Como siempre, os leemos atentas y esperamos vuestros comentarios.

PD: Por petición popular, adjuntamos una foto de Manu G, para que su mamá se quede tranquila, ya que nos comentan que Manu no manda suficientes fotografías. ¡No quiere volver!

Manu G en el exterior del Museo Marítimo de Greenwich.

Abrazos,

Carlota y Sandra