STEVENAGE – 02/10 – Excursión a Londres

Greetings and salutations!

Por fin llegó el domingo, aunque no es porque toque día de descanso, sino que hoy vamos a Londres de excursión. Madrugamos sin reparo, ya que la ocasión lo merece. Nos encontramos a las 9 en la estación para tomar nuestro tren hacia la estación de King’s Cross que saldrá en unos minutos.

Esperando al tren con destino Londres.

Después de un breve trayecto llegamos a la conocida como “The Big Smoke“. Este sobrenombre fue recogido en un diccionario de jerga en 1874, debido a las neblinas que rodeaban la ciudad por aquel entonces a causa de la inmensa cantidad de carbón que se quemaba por aquel entonces.

Al salir de la estación nos reunimos con Simeon nuestro activity leader durante la excursión. Aprovechamos unos instantes para atisbar el andén 9¾ y la larga cola para hacerse una foto. A su lado la tienda de regalos de Harry Potter, donde alguno aprovecha para llevarse algún que otro recuerdo.

Foto de grupo con el London Eye de fondo y el Támesis.

Para desplazarnos a la zona del centro cogeremos el metro o como lo conocen aquí “the Tube“. Su nombre como es lógico procede de sus túneles que tienen forma de tubo, y la verdad que los techos no son muy altos lo que puede dar una sensación de agobio. Es el más antiguo del mundo, comenzando el 10 de enero de 1863. Simeon nos guía por el metro y llegamos a la estación cerca del London Eye.

Lo primero que nos sorprende es la cantidad de gente que hay y sin duda que las calles están cortadas. La razón es simple, hoy se celebra la maratón de Londres. Caminamos unos pocos metros y observamos “Cleopatra’s Needle“, el obelisco traído de Egipto allá por el año 1877 que data de la época de Tutmosis III que gobernó durante el siglo XV a. C.

Adriana, Iria de Cal, Carmen, Lúa y Nerea posando con el Big Ben.

Vemos pasar diversos corredores que son vitoreados por el gentío que rodea el circuito. Y continuamos el cauce del Támesis hasta llegar al Big Ben. Esta torre de 96 metros se erige como parte del palacio de Westminster, fue terminada en el año 1859 y es el reloj de cuatro caras más grande. En cambio, el palacio que en su origen era de comienzos del siglo XI fue pasto de las llamas de un gran incendio en 1834 y tuvo que ser reconstruido en gran parte. Aún así, algunas de las estructuras originales resistieron.

Nos paramos en cada uno de ellos para tomar instantáneas como es lógico. Seguimos por la Parliament St., que con motivo del maratón está cortada al tráfico y podemos caminar por el centro. A medio camino vemos mucha policía, esto quiere decir que hemos llegado a Downing Street, donde algunos como Hugo y Adriana aprovechan para sacarse una foto con ellos.

Seguimos nuestro recorrido llegando a St James’s Park Lake, donde haremos una parada para reponer energías y comer algo. Después de este descanso, avanzamos por el parque hacia el palacio de Buckingham. Antes de ser palacio, hubo muchas haciendas durante la Edad Media en la zona del mismo, pero la considerada primera casa es la de Sir William Blake del año 1624. A comienzos del siglo XVIII se construyó la casa Buckingham y a lo largo de este siglo y el XIX pasó de ser residencia de la reina a palacio tras numerosas reformas.

Foto de grupo en el palacio de Buckingham.

Tras esta parada nos dirigimos hacia Covent Garden, pero primero pasamos junto a Hyde Park. En Covent Garden podemos disfrutar de un rato a nuestro aire para ver las incontables tiendas y artistas callejeros que amenizan el ambiente.

Esperando al metro.

Cuando llega la hora de volver, nos reunimos delante de la salida de metro de la zona y nos metemos en él, pero a causa de la hora y del maratón que se ha celebrado está abarrotado y volvemos a la superficie para ir caminando un poco hacia King’s Cross. A medio camino probamos suerte de nuevo en el metro y nos divimos en grupos más pequeños para subir en dos turnos y así llegar a nuestro destino.

Una vez en la estación, Simeon nos acompaña hasta la zona de trenes y nos indica cuál es el próximo para así subirnos a él y llegar de vuelta a Stevenage.

Una vez allí,  nos volvemos a casa para cenar y descansar un poco que mañana será lunes.

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Andres Cuñarro

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