¡Buenas tardes, familias!

¡Feliz octubre! Después de este fantástico fin de semana y de nuestro más que merecido día libre, hoy hemos vuelto a la carga. Afortunadamente, era festivo en el Mercy College así que hemos aprovechado el lunes para hacer una maravillosa excursión a dos pueblos cercanos y encantadores llamados Westport y Castlebar.

En la bowling alley!

Nos encontramos a las 9:00 en la entrada del cole como cada día, pero esta vez nos subimos al autobús (ya con la puerta en perfecto funcionamiento) y emprendimos camino a Castlebar. En nuestra primera parada, no nos lo podíamos creer, ¡íbamos a jugar a los bolos! Nuestras monitoras no nos dijeron nada hasta llegar a la bolera y empezamos el día de muy buen humor y es que… con sorpresas así, ¿qué más se puede pedir?

Después de dejarnos las fuerzas tirando bolos (o al menos intentándolo) volvimos al bus dirección Westport. No tardamos mucho en llegar y, como íbamos con un poco adelantadas, tuvimos 30 minutos para visitar algunas de las curiosas tiendas de la pequeña ciudad.

El club del té con hielo

A las 13:00 fuimos al Heritage Centre de Westport. Se trata de una especie de museo en el que se encuentran distintos objetos y piezas de interés en algún momento de la historia y que han sido donadas por los habitantes de la ciudad. Allí, una de las mujeres que cuidan el centro nos habló un poco de la historia de Westport y seguidamente nos entregó unas hojas con preguntas cuyas respuestas debíamos encontrar a lo largo de la exposición. Había objetos relativos a las Guerras Mundiales, personajes históricos de Irlanda e incluso de la Guerra Civil española, algo que nos sorprendió mucho. Al final de la actividad, se proclamaron ganadoras las chicas del Club del Té con Hielo, unas asiduas al primer puesto, nuestras chicas Natalia, Elda y Noela.

Después del tiempo relativo a las actividades culturales, llegamos a nuestro merecido y reclamado tiempo libre. Tuvimos unos 45 minutos para visitar un poquito más el pueblo de Westport y emprendimos camino a Castlebar (otra vez, ya que nos quedaba de camino al volver a Sligo). Una vez allí tuvimos una hora más de tiempo libre, también para disfrutar de las tiendas y, por supuesto, del café.

Volvimos al cole a las 17:30, justo a tiempo para cenar y disfrutar un poquito de nuestras host families, y prepararnos para ir al cole mañana. Sólo nos queda una semana y un día y siento comunicar a algunas mamis y papis que ha llegado a nuestros oídos que alguna de las estudiantes no se quiere ir. Vamos a proteger la identidad de las mismas, pero podría ser casi cualquiera.

Para terminar, como ya es tradición, podéis ver más fotos en este admirable enlace.

Sara G. & Celia V.

Celia Veiga Pérez