¡Hola de nuevo!

En nuestro segundo día en Swansea nos levantamos con un tiempo bastante agradable. Era domingo, el día de la semana reservado para hacer vida familiar. En principio solo algunos de los alumnos tenían algo planeado con las familias, por lo que los monitores decidimos hacer un plan conjunto con los que no tenían nada que hacer. De esta manera  nadie se quedaría en casa sin hacer nada y así podríamos conocernos todos mejor.

Dicho y hecho, se propuso como punto de encuentro un parque que por tamaño y cercanía nos venia bien a todos.

En principio solo se presentaron 2 alumnos, lo cual no daba muchas esperanzas de que acabase siendo un gran plan, ya que algunos habían quedado por su cuenta previamente.

 

Sin embargo a lo largo del día se iría uniendo gente poco a poco.

En primer lugar dimos un paseo por el parque para ir haciendo tiempo mientras el grupo seguía aumentando, hasta que al final decidimos ir a dar un paseo por la playa de la gran bahía de Swansea.

Una vez el grupo estaba casi al completo empezamos a escuchar música de fondo. Ante la curiosidad optamos por acercarnos y acabamos encontrándonos con un festival de música que resultó ser bastante entretenido.

El festival contaba con food trucks y unas mesas, lo cual nos vino genial para poder sentarnos, y ya de paso comer allí mientras escuchábamos música de fondo.

Una vez terminamos el almuerzo llegaba la hora de irse, ya que el festival había acabado y prácticamente nos estaban echando.

Con toda la tarde libre por delante decidimos visitar por primera vez el centro de la ciudad para así conocer mejor el lugar en el que vamos a vivir durante las próximas tres semanas.

A mitad de camino se unió el grupo que faltaba, por lo que lo que empezó siendo un grupo de 2 personas, y sin expectativas de ser muchos más, acabó siendo el grupo entero, lo cual nos vendría muy bien para poder conocernos todos y así llevarnos mejor.

Una vez llegamos al centro nos encontramos con un Tesco gigante a punto de cerrar, en el cual aprovechamos para coger algo de beber y de paso alguna que otra cosa necesaria para el día a día.

Tras salir del Tesco nos encontramos con un centro comercial. El plan era entrar e investigar que tiendas había en su interior, pero en la planta baja se hallaba un salón de juegos en el cual entramos y del cual ya no saldríamos en toda la tarde.

 Además de la diversión que ofrece el lugar también cabe la posibilidad de conseguir tickets en algunos juegos para luego ser intercambiados por una serie de premios.
Javi y Tomás se obcecaron con conseguir el bonus en el juego de golpear con el martillo.

La clave del juego era golpear con precisión para no quedarse corto ni pasarse de largo. Hubo varias veces que estuvieron a punto de conseguirlo.

No fue hasta el último momento que por fin pudieron conseguirlo, llevándose así una gran cantidad de tickets intercambiables por una gran variedad de productos.

Los tickets tenían que ser introducidos en una máquina, la cual imprimía un papel con el número total de tickets conseguidos. Varios del grupo decidieron ceder los suyos para así sumar una mayor cantidad y poder obtener un premio mejor.

Con tanta diversión no nos dimos cuenta de lo tarde que era, por lo que salimos y dimos una explicación a los estudiantes de donde estaban los principales establecimientos de comida rápida para juntarnos y cenar todos juntos en las gradas del centro.

Estábamos todos tan hambrientos que ni nos acordamos de sacar una foto de nuestra primera comida conjunta.

Se hacía tarde y tocaba volver a casa. Nos fuimos todos juntos de vuelta a casa andando desde el centro, lo cual nos llevó más tiempo del esperado, pero finalmente todos pudimos llegar a casa.

De esta manera acabó nuestro primer fin de semana en Gales, con un día que resultó ser más entretenido de lo que esperábamos en un principio.

¡Hasta la próxima!

Ismael y David