¡Hola, familias! Perdón por la espera, sé que estabais esperando esta entrada con muchas ganas.

El sábado hicimos el tan esperado viaje a Londres, nada más y nada menos que la capital de Inglaterra. La mañana empezó un poco antes de lo normal, dado que teníamos por delante un trayecto en autobús de más de 2 horas y media.
Tras un pequeño madrugón los alumnos se presentaron en el punto de encuentro.

Una vez llegaron todos los alumnos pudimos subirnos al bus que nos llevaría hasta nuestro destino junto a nuestros compañeros franceses.

Más de la mitad de los alumnos se durmieron en el trayecto. Entre el cansancio acumulado y el madrugón, para muchos fue inevitable dormirse. Tras las más de 2 horas y media llegamos a nuestro destino, donde esperaríamos a que llegase nuestro guía turístico. El calor se hizo notar nada más llegar y sería una constante a lo largo del día.

Una vez llegó Marco, nuestro guía turístico, estábamos listos para comenzar el tour. Sin más dilación emprendimos nuestra aventura por la ciudad londinense. Lo primero que haríamos sería cruzar el Támesis por un puente.

En el otro lado haríamos una breve parada en la estación de tren de Waterloo, donde pudimos aprovechar para ir al baño tras el largo viaje desde Norwich. Una vez todos hicieron sus necesidades Marco aprovechó para dar un par de consejos, como que todo el mundo tuviese cuidado con sus pertenencias.

Dicho esto continuamos nuestra ruta, cuya primera parada sería en Leake Street, donde podríamos ver el conocido como Graffiti Tunnel. Este túnel se encuentra lleno de graffitis, y cualquiera puede hacer graffitis nuevos y sacar fotos y vídeos sin ningún tipo de problema.

Una vez salimos de allí pudimos presenciar el asombroso London Eye, la noria más alta de Europa.

Después de presenciar uno de los mayores atractivos turísticos de Reino Unido proseguimos nuestra caminata con una breve parada para disfrutar de las vistas que se encontraban en la otra orilla del Támesis, donde podíamos observar la majestuosidad del Big Ben, rodeado de la Casa Portcullis, Parliament Square y la Iglesia de Santa Margarita.

Una vez más debíamos continuar nuestro viaje.

Tras cruzar el Westminster Bridge volvimos a la otra orilla del Támesis, donde nos encontrábamos ante el imponente Big Ben.

En nuestro recorrido nos encontraríamos con lugares emblemáticos, como las clásicas cabinas de teléfono.

Dada la hora que era, llegaba el momento de hacer una parada importante en St. James’s Park, donde los alumnos podrían disfrutar de su packed lunch para reponer fuerzas y prepararse para el largo día que tenían por delante.

Como podéis ver en la foto nos sentamos en círculo a petición de nuestro guía. De esta manera, mientras comíamos, Marco nos pedía uno a uno que dijésemos qué nos gustaba de Londres y que no para hacer más amena la comida. Una vez acabamos varios alumnos se dirigieron al baño, a donde nos moveríamos todos finalmente por un tema de comodidad y cercanía.

La decisión de movernos resultó ser acertada, ya que allí pudimos disfrutar de la compañía de unas tiernas ardillas que se acercaban a la gente que les daba de comer.

A muchos les hizo ilusión el ver y poder dar de comer a las ardillas, pero está claro que nadie se emocionó tanto como Lucía, para quien se había convertido en un sueño hecho realidad.

Llegada la hora tocaba ponerse en marcha e irnos de St. James’s Park.

Nuestro destino era el Buckingham Palace, residencia oficial y sede administrativa de la monarquía del Reino Unido.

A continuación nos dirigimos a Picadilly Circus, una de las zonas comerciales más importantes de Reino Unido, donde sus grandes pantallas dejan impresionados a los viandantes.

Tras abandonar este lugar cruzaríamos Trafalgar Square, una gran zona peatonal con multitud de comercios de interés turístico y comercial. Allí se encuentra China Town, lugar en el cual los alumnos tuvieron 2 horas libres para decidir a donde ir.

Dado que en Trafalgar Square hay una gran variedad de comercios, los alumnos pudieron visitar desde puestos de souvenirs hasta tiendas de dulces gigantescas.

El punto de encuentro para reunirnos y continuar la experiencia era China Town, aunque algunos llegaron mucho antes que otros.

En cuanto el grupo estuvo reunido de nuevo proseguimos nuestro tour por la capital inglesa. La siguiente parada era Trafalgar Square, una plaza preciosa con una gran variedad de monumentos.

De entre todos ellos destaca el increíble Nelson’s Column, un monumento en homenaje a Horatio Nelson, almirante británico fallecido en el transcurso de la batalla de Trafalgar.

Dado que íbamos con tiempo de sobra pudimos hacer una parada para descansar antes de llegar al bus. Allí Marco haría un juego para entretener a los alumnos que resultó ser muy efectivo.

El resultado se saldó con la victoria de Pedro, al que podemos ver siendo felicitado.

Y hasta fue manteado, ya que su victoria no fue nada fácil y quisieron mostrarle el reconocimiento que se merecía.

Después de que Marco ayudara a que nos entretuviésemos llegó la hora de volver al bus, donde muchos alumnos se durmieron durante el trayecto de vuelta a casa.

En el punto de encuentro nos esperaban las host families o taxis para llevar a cada alumno a su respectivo hogar. La gente llegó bien a casa, aunque quizás cansada de tanto movimiento.

La próxima entrada será la del lunes, ya que el domingo casi nadie hizo gran cosa y no hay nada que comentar.

¡Gracias por vuestro tiempo!

Ismael e Inés