Abrimos los ojos, ¿Qué hora será?
Pipipipí pipipipí pipipipí
Un minuto después suena el despertador, son las 6.30am. Tanto nos hemos acostumbrado a este horario que no necesitamos una alarma para ponernos en marcha ¡Quién lo diría! Con lo que nos cuesta madrugar en Vigo para ir a clase.
Prepararse para el colegio es sencillo, siempre vestimos la misma ropa, nuestro almuerzo ya está preparado y ya nos hemos duchado la noche anterior para no salir con el pelo húmedo con este frío. En media hora estamos listos para partir.
¿Qué nos deparará este nuevo día? Pues una huelga del servicio ferroviario! Una huelga es lo que nos faltaba para diplomarnos como expertos usuarios del Western Railway Services.
Por suerte algunos trenes están en funcionamiento y sólo perderemos 10 minutitos de tutoría.
De camino nos encontramos con otros estudiantes. Ya nos conocen, somos los españoles, y con su acento británico nos saludan alegremente con un “¡Hola!”. La verdad es que nos sentimos muy integrados, la gente se para a hablar con nosotros y nos tratan muy bien.
La mañana transcurre sin muchas novedades. Clases de drama, cocina, ética… y nuestros queridos y ansiados “breaks” donde nos juntamos y hablamos de cómo está yendo la mañana.
Por la tarde, una carrera hasta la estación. Cómo perdamos este tren tendremos que esperar 30 minutos y queremos aprovechar la tarde.
Llegamos a Bournemouth y Lauren nos tiene preparada una búsqueda del tesoro! Y por un cementerio! El espíritu de Halloween ha traspasado las tiendas y llega hasta nuestras actividades. Todos buscamos por cada recobeco nombres, curiosidades y todo lo que lo que nos facilite alcanzar la ansiada recompensa: bombones y caramelos.
¿Sabíais que Mary Shelley, autora de Frankenstein, vivió aquí? ¿Y que junto a ella está enterado el corazón de su marido?
Quienes lo descubrieron antes de nadie fueron José y Alejandra flamantes ganadores de este juego.
Después de la celebración, aprovechamos la subida a la estación para hacer alguna comprita y comer algo mientras nos preguntábamos… ¿Cómo será Oxford?
