De verdad, no me puedo quejar de mi grupo de alumn@s. Teníamos que coger el bus a las 9:00 de la mañana para irnos a Cambridge, y tod@s llegamos a las 8:45. ¡Más que puntuales! Y la vuelta igual, llegamos primer@s al bus para ir a casa. Después de una hora y media de bus, llegamos a Cambridge y en seguida vimos edificios y más edificios universitarios (ya que Cambridge está formada por 31 universidades diferentes). Como siempre, nuestro Mark fue contándonos las curiosidades de las estatuas, de los edificios y de algunos locales y tiendas por el camino.
Primero pasamos por jardines y el Mathematical Bridge, un puente diseñado por William Etheridge con estructuras geométricas. Fue construido en 1749 por James Essex y conecta a las dos partes de Queens’ College.
Luego nos acercamos a Pembroke College, la tercera universidad más antigua de Cambridge. Allí vimos jardines muy bien cuidados y perfectos (que no se pueden pisar, indicado por carteles), una capilla pequeña donde minutos después celebraron un bautizo, y los enormes comedores de los estudiantes con un estilo parecido al de Harry Potter.
Seguimos paseando por el centro de la ciudad y paramos para observar la estatua de William Pitt, quien en 1783 (con 24 años) se convirtió en el primer ministro más joven de Inglaterra. Y finalmente, vimos el ingenioso reloj del Corpus Christi College.
La próxima visita fue a King’s College, la universidad fundada en 1441 por el Rey Enrique VI. Nos contó Mark que un día un coche apareció encima del edificio. ¡Sí! ¡Un coche de verdad! Descubrieron después que fueron un@s estudiantes (de física) que calcularon la manera de subir un coche a la torre de la universidad (y bajarlo también, así no les castigaron).
De último, vimos Trinity College, la universidad más grande de Cambridge. A esta universidad asistió el Lord Byron, un hombre que por mascota tuvo un oso, y paseaba ese oso por los jardines de este campus. Allí también estudió Isaac Newton y dicen que el árbol en el jardín fue el mismo que ayudó a Newton descubrir la teoría de la gravedad.
Comimos en el parque y justo al acabar, Iago y Tomás decidieron hacer una carrera. No sé por qué motivo, pero de un momento para otro, allí estaban preparándose y agachándose para correr. ¿Por qué no hacer una carrera con un tiempo tan bueno? Luego, acabamos de comer en el parque y l@s chic@s tuvieron su tiempo para explorar la zona.
Llegamos a casa cansad@s por tanto andar y viajar en el bus, pero content@s por lo bien que lo pasamos allí en Cambridge.
