Segundo día de clase y muchos fuimos por primera vez por nuestra cuenta al colegio. Ya fuera andando o cogiendo un bus, parece que nadie se ha perdido por el camino. Aunque somos un grupo pequeño, estamos creando sensación entre nuestros compañeros ingleses. No hace falta andar mucho por los pasillos abarrotados de estudiantes para que nos saluden con un “¡holaaa!” en perfecto castellano.
Las normas del colegio son muy estrictas, y no tenemos permitido hacer fotos en su interior, por lo que no tenemos pruebas fehacientes de nuestro paso por las aulas, pero podemos decir que sin duda están muy bien equipadas.
Una vez en la ciudad, conocimos a Peter, un señor muy amable encargado de ser nuestro guía durante la tarde en Exeter. Peter vestía un red coat que, además de hacer juego con nuestras sudaderas, también daba nombre al tour que nos ofrecía.
Además de aprender sobre la historia y arquitectura de la ciudad, aún tuvimos tiempo para intercambiar algunas palabras en castellano con él, ya que se disponía a empezar las clases del idioma esta misma noche.
Exeter aún tiene mucho que enseñarnos y estamos ansiosos por descubrir más de él. Por el momento, toca descansar de vuelta en Heavitree, y mañana vuelta al colegio.
¡Hasta mañana!
