Como todo lo bueno, esto se acaba, familia.
Hemos llegado al final de esta aventura increíble en otro país.

Hoy vamos al colegio para asistir a las últimas clases y para despedirnos de nuestra profesora coordinadora aquí, Kelly James, una mujer encantadora y muy profesional que nos ha hecho sentir bienvenidos en el centro y ha hecho lo imposible por que nos sintieramos a gusto aquí.

Hoy también celebraban el ‘Shumai Su’mai Day’ ,un día para reivindicar el uso del galés. Hasta habían hecho un marco con símbolos de Gales como el narciso, el puerro o el dragón.

También vino a despedirse Mrs Ford, la jefe de estudios, para hacernos  entrega de un detalle (las deliciosas  Welsh cakes y un paquete de té manufacturado en Gales),a cada uno y un diploma por haber asistido a clase en Pentrehafod School.

Y por supuesto  nos despedimos de los que fueron nuestros compañeros durante estas tres semanas, que muchos esperamos continuen siendo amigos en esta parte del mundo.

Al salir del colegio, teníamos una cita con el alcalde de la ciudad, en inglés llamado Lord Mayor, que nos recibió con sus mejores galas (nosotros tambien íbamos vestidos para la ocasión) y esta cadena que espero podais apreciar en la foto, que recuerda al Toisón de Oro, que por lo visto, es el distintivo de cualquier alcalde en Gran Bretaña.

Antes de la hora de la cita estuvimos disfrutando de la sensación de sentirse parte del pleno de esta cámara, contruida en los años 30.

Y después pasamos a su despacho para firmar el libro de visitas que  nosotros somos very important people y nos regaló un pin del escudo de la ciudad a cada uno.

Una vez fuera, tras la foto de rigor en la entrada, entramos en una heladería que estaba muy cerquita fundada en 1922 donde nos habían dicho que servían el mejor helado de Europa. Y aunque sólo servian cucuruchos de vainilla, el helado estaba excelente.

Y como esta medianoche cogemos el autobús para que nos lleve al aeropuerto de Gatwick, regresamos pronto a casa para terminar de hacer las maletas y pasar las últimas horas con nuestra familia adoptiva, que para muchos va a suponer una ‘llorera’ el momento de la despedida.

Nos esperan horas de autobús hasta el aeropuerto de Londres, vuelo hasta Madrid, horas muertas en el aeropuerto de Barajas que muchos aprovecharán para pasar con los estudiantes vigueses destinados en Port Talbot y Cadoxton con los que hemos compartido tantas actividades  y nos hemos hecho tan amigos y, finalmente, el vuelo a la mejor ciudad del mundo, donde estáis vosotros, familia.

Mañana nos vemos.