¡Buenas noches familias!

Hoy fue el primer día de nuestra última semana en este programa de integración en un instituto inglés. Nuestro inglés va mejorando día a día y ya nos movemos perfectamente por aquí. Después de nuestro habitual viaje en autobús hasta el instituto empezamos las clases con muchas ganas y a segunda hora casi todos coincidimos en clase de español con nuestros buddies. Hicimos unas actividades muy entretenidas por las que fuimos rotando, así, nosotros teníamos que hablar en inglés y nuestros buddies en español… ¡Creo que nosotros lo hacemos mucho mejor! Jugamos al escaleras y toboganes (snakes and ladders lo llaman aquí) construyendo frases en cada casilla, inventamos historias aleatorias según lo que nos tocaba en los dados, entrevistamos a nuestros buddies y ellos a nosotros, y creamos una historia que no tuvo ni pies ni cabeza.

¡Ah! Mirad el detalle que le dieron a Pedro los compañeros ingleses en el comedor, lo hicieron especialmente para él. La verdad es que se parecen un poquito…El personaje es Lewis, de la película Descubriendo a los Robinsons.

Después de cuatro horas de clase, nos volvimos a Norwich y hoy tocaba conocer el Castillo. Todos los días cogemos el autobús urbano a nuestras casas en la parada de la calle Castle Meadow (prado del castillo), donde vemos el castillo en lo alto de una colina, pero nunca nos habíamos acercado tanto hasta él. Desde allí arriba se puede ver todo Norwich.

Hoy en día es un museo y recorrimos las salas de la época romana, como ya sabeis aquí también hubo asentamientos romanos, de la época de los vikingos y de los anglosajones, y otras salas donde vimos animales disecados que pudimos y podemos encontrar en la zona en que nos encontramos y alrededores. Vimos pinturas, cerámicas, objetos de diferentes épocas…pero lo que más nos gustó fue la zona conservada del castillo, donde pudimos verlo como era en el siglo XII, en la época en que se construyó.

Su construcción comenzó en el año 1067, bajo el mando de Guillermo el Conquistador, el normando hijo de un vikingo que un año antes había arrebatado el trono de Inglaterra al útimo rey sajón. Desde entonces ha sido hogar de reyes, lugar estratégico de defensa contra invasiones, y en el siglo XIV se convirtió en la prisión de la ciudad.

Hoy en día, después de casi convertirse en ruinas, por suerte se puede disfrutar de su interior y del museo que alberga. En la torre conservada desde el siglo XII nos encontramos un pozo en el que estuvimos echando monedas (van a caer en un balde que luego recogen y esas libras son utilizadas para el mantenimiento del castillo). Subimos y bajamos escaleras y miramos todos los rincones de la torre, que nos fascinó, parecía que estábamos en el medievo.

Mañana os contaremos más aventuras, hasta entonces… pasadlo bien y ¡no nos echeis mucho de menos! Ya queda poco para vernos.

Laura Varela