¡Hola familias!

Hoy hace justo una semana que llegamos a Inglaterra, ¡se nos ha pasado volando! Hasta a veces nos parece que estamos en casa, será que nos hemos adaptado muy bien, aunque por supuesto ¡os echamos de menos!

El fin de semana acaba de empezar y por suerte no tuvimos que madrugar tanto como para ir al instituto pero está prohibido parar y hoy nos fuimos de excursión, nada menos que a conocer Cambridge, una ciudad que parece salida de una película de Harry Potter. Eso sí, abarrotada de gente: cada año la visitan aproximadamente 4,6 millones de personas.

Por supuesto una de nuestras primeras paradas fue una tienda en la que muchos compramos sudaderas con el logo de la Universidad de Cambridge. La universidad no tiene un edificio en sí ni encontramos ningún campus, lo que hay son 31 facultades, desperdigadas por toda la ciudad, en las que están matriculados unos 19.000 estudiantes que principalmente se desplazan en bicicleta. ¡Cada facultad es más impresionante que la anterior y son enormes! La universidad tuvo su origen en el año 1209, cuando muchos estudiantes de Oxford escaparon de las revueltas que estaban teniendo lugar. En 2011 se clasificó como la mejor del mundo. De ella han salido nada menos que 15 primeros ministros británicos y 80 ganadores del Premio Nobel.

                                                                                      Nada más salir de la tienda nos encontramos con el original reloj de la facultad Corpus Christi, la única de Cambridge y Oxford fundada por los ciudadanos. Esto tuvo lugar en 1352, y fue la 8ª facultad de la ciudad. Lo que tiene de especial este reloj es que está hecho de oro de 24 quilates, costó hacerlo nada menos que ¡1 millón de libras! En su construcción intervinieron ingenieros, escultores, joyeros, calígrafos y científicos. Inaugurado en 2008 por Stephen Hawking, estudiante y profesor en esta universidad, unas luces azules marcan la hora en la esfera de oro, y el tiempo que no se detiene es devorado por un raro saltamontes llamado el Cronófago o comedor del tiempo.

Justo enfrente nos quedamos impresionados con el edificio de Kings College, que más que una facultad parece una catedral gótica, aunque hasta tiene una capilla que tardó en construirse 100 años.

Trinity College es la facultad más grande que podemos encontrar en Oxford o Cambridge. Fundada por el rey Henrique VIII en el siglo XVI, en la fachada de su Gran Entrada podemos ver una estatua de él. A los universitarios de aquí, como a los de muchas otras universidades, les gustan mucho las bromas, y a veces Henrique VIII en vez de sujetar su cetro se encuentra agarrado a la pata de una silla. En esta facultad estudió Isaac Newton y en sus jardines encontramos el manzano que lo inspiró a formular su teoría de la gravedad al ver como caía de él una manzana. Bueno, no es exactamente el mismo, ¡pero sí su hijo!

Paseamos por las orillas del río Cam, que le da nombre a la ciudad, ya que Cambridge significa puente sobre el río Cam. De estos no faltan y una actividad muy típica en la ciudad es navegar sobre él en unas pequeñas embarcaciones llamadas punt, un bote bastante plano que navega propulsado por una larga pértiga, con la que se toca el fondo del río para ayudarse a deslizarlo sobre el agua. Parece algo muy difícil estar de pie en la parte trasera sin caer al agua, y algunos pierden la pértiga en el camino, pero siempre hay algún buen samaritano en otro punt que la rescata.

                                                         Después de tanto paseo estábamos hambrientos y aprovechando el sol que hoy nos acompañó nos sentamos en un parque a comer nuestras packed lunch y a relajarnos un poco.

Nos pusimos en marcha de nuevo y visitamos el Museo Fitzwilliam, un bonito edificio de la época romana. Nos chocó un poco el contraste, pero resulta que los romanos también se asentaron en Inglaterra. Recorrimos todas sus salas y vimos desde cuadros, esculturas, muebles, a platos, vasijas y sarcófagos, de arte japonés, británico, egipcio, griego, francés, y un poquito de español.

Antes de volver al autobús para dirigirnos a Norwich tuvimos un poco de tiempo libre con nuestros compañeros, que usamos para dar un último paseo por la ciudad y comprar algunos souvenirs.

Mañana es domingo, ¡por fin podremos dormir sin poner el despertador!

¡Nos vemos el lunes!

Laura Varela