Después de las despedidas llegó la hora de partir.

El viaje en avión a Madrid transcurrió sin ningún incidente. Se notaban los nervios en algunos de los alumnos que viajaban por primera vez en avión, sobre todo por algún pequeño grito cuando el avión comenzó a acelerar para despegar. Sin embargo, en el aterrizaje ya nadie tuvo ningún problema.

Al llegar a Madrid fuimos con el tiempo un poco justo, y entre lo que tardamos en comer y la lentitud de la cola, los últimos tuvimos que correr un poquito para llegar a tiempo, pero al final lo hicimos sin problema.

Una monitora de otro grupo tuvo un pequeño problema a la hora de pasar la aduana, por lo que los demás tuvimos que estar esperando un rato hasta que la dejasen pasar. Esto no supondría ningún problema si no fuese porque los chavales se aburrían, así que para entretenerse se pusieron a jugar con los carritos de las maletas.

Una vez solucionado el problema de la otra monitora, llegó el momento de subirse al bus con destino a Godalming para conocer a las nuevas familias.

Los chicos ya estaban un poco agotados y aburridos del largo viaje, pero al estar todos juntos en el bus escuchando música y bromeando el trayecto se hizo más ameno.

Finalmente, todos fueron entregados a sus familias. ¡La aventura no ha hecho más que comenzar!