¡Hola de nuevo! Aquí estamos un día más para contar nuestras pequeñas aventuras.
Hoy ha sido un día completito, aunque nos hemos podido levantar un poquito más tarde de lo normal. Así se disfruta todo mucho más. Primero nos hemos ido de museo, con una búsqueda muy interesante incluida, y después nos hemos dirigido a Poole.
Hoy por la mañana algunos se han levantado más temprano que otros (empiezan las prisas para terminar de comprar souvenirs), pero todos hemos estado puntuales para entrar en el museo Russell-Cotes de Bournemouth. Ya el edificio imponía un poco, pero al entrar nos dimos cuenta de que esa casa no pertenecía a una familia cualquiera. Para hacer la visita más amena, a cada uno nos dieron unas preguntas que nos hacían buscar cosas por el museo. De esta forma visitábamos el museo y lo pasábamos bien al mismo tiempo.
Después una larga visita, nos dirigimos a comer para reponer fuerzas para la tarde en Poole. Tras una comida a base de pollo y algún heladito de postre, nos cogimos el bus con destino a Poole. La verdad es que ha sido un poquito decepcionante. Creo que teníamos demasiadas expectativas puestas en él. Sí que es cierto que es pintoresco, pero solo por el hecho de estar al borde del mar, y nosotros siendo de costa… pues ya no destaca tanto. Aún así, pasamos un buen rato y pudimos descansar en un parque, tal y como hacen los ingleses.
Como hoy ha sido más bien un día bastante relajado, se supone que mañana tendremos energía suficiente para visitar Oxford. Veremos si es cierto.
