Ayer tuvimos el primer día de actividades por la tarde, después de las clases de la mañana. Como el instituto está cerquita del centro, nos movemos a pie todos en grupo hasta “The Strand”, que es uno de nuestros grandes puntos de referencia para que nadie se pierda. Es una plaza en la que en medio hay un monumento en forma de cruz y decoración con flores, homenajeando así a las personas que murieron en la Segunda Guerra Mundial.
Esta plaza es un buen lugar para descansar y comer el almuerzo que sus familias les preparan todos los días. Y más les vale que no les sobre nada! Ya que nos han advertido de que las gaviotas pueden ser un poco agresivas cuando se trata de comida. Nadie en la calle puede darles de comer, siendo sancionada esta acción con multas de ¡hasta 80 libras! Así que no seremos nosotrxs quienes empecemos a hacerlo.
Después de la comida, vinieron a visitarnos el alcalde (Jeff Trail) y una de las figuras más emblemáticas de Exmouth, lo que aquí se conoce como The Town Crier o The Bellman, Roger Bourgein. Es algo así como un pregonero. Figura antigua de los pueblos, que se dedicaba a dar las noticias en la calle agitando una gran campana. Ahora mismo, sólo encontramos esa figura en eventos especiales, benéficos o, como fue el caso, dando la bienvenida a un grupo de estudiantes españoles.
Más tarde, paseamos por todo el pueblo, con nuestra guía de actividades inglesa Kate. Fuimos hasta la zona más baja, donde hay una especie de marina, donde están todos los barcos y botes, clubes náuticos y casitas de playa. Es una zona encantadora donde, si no fuera por los precios (hasta un millón de libras por apartamentos muy pequeños) todos y todas nos quedaríamos a vivir sin problema alguno!
Al acabar nuestro tour, nos reunimos con los otros grupos que estaban haciendo la misma actividad y tuvieron tiempo para jugar en la playa, comprarse un helado y disfrutar de la tarde soleada que se quedó.
