Tras las clases del viernes tuvimos oportunidad de adentrarnos en el Phoenix Park, el parque urbano más grande de Europa, pegado literalmente a nuestro barrio de acogida. Un parque que inicialmente fue coto de caza para los reyes de Inglaterra, mucho antes de la independencia de Irlanda, y que aún a día de hoy conserva gran parte de esa fauna y flora que le convierten en un lugar atípico dentro de una capital europea como es Dublín.
No tuvimos oportunidad de ver los ciervos del Phoenix por ahora, pero sí visitamos el Ashtown Castle, los restos de un antiguo castillo con más de cien años que se encuentra a escasos metros de la residencia del Presidente de la República, también en el parque. En los próximos días tendremos ocasión de seguir recorriendo este inmenso parque en bicicleta y quién sabe si podremos visitar también el gran zoo que alberga en su interior.
Ayer sábado tuvimos la primera excursión de día completo, y tuvimos la oportunidad de conocer el puerto de Howth, a pocos kilómetros de Dublín y que alberga uno de los puertos pesqueros más importantes de Europa (después del de Vigo, claro).
Este pequeño pueblo costero es además lugar de residencia de múltiples personajes ilustres de la cultura irlandesa como pueden ser los músicos de U2, en la actualidad, o el poeta Yeats, en el pasado, y cuya casa encima de un escarpado acantilado pudimos admirar desde el exterior.
Tuvimos oportunidad de recorrer el inmenso muelle, bajo un fortísimo viento que no nos impidió observar la isla de Ireland’s Eye, a pocas millas de Howth y de una belleza singular. También vimos algunas de las focas que viven en el puerto, siempre pendientes de los restos de pescado que los marineros les arrojan a modo de aperitivo.
Posteriormente recorrimos el paseo que bordea la península de Howth, lleno de acantilados y vistas espectaculares. Terminamos la jornada en el mercado degustando desde fish and chips hasta crépes, antes de tomar el tren que nos llevaría de vuelta a casa.
El domingo, día reservado para pasarlo con las host families, transcurrió con normalidad y quien más quien menos tuvo oportunidad de compartir vivencias con sus familias de acogida practicando inglés a la vez que pasábamos un buen rato.
Un buen fin de semana para recargar las pilas de cara a la siguiente.
A ver si se organiza un partido amistoso Cabra vs Vigo…Esa interacción con los “nativos”… (espero que no sean una isla en la isla, el grupo de vigo)
Un Saludo