Good morning Kingston!!!
Sale el sol, los chicos se levantan, have the breakfast, cogen el autobús y llegan al centro educativo. Hace acto de presencia el grupo al completo y la puntualidad sigue en su línea ascendente de mejora, seguimos persiguiendo el objetivo propuesto: la última semana todos puntuales sin excepción. Ya no sirven las excusas de no conocer las líneas de transporte, estamos seguros de que son unos expertos en eso, pues se mueven bastante más que los monitores en su tiempo libre; aunque siempre por las cercanías de la localidad, todo hay que decirlo.
Hoy las clases se desarrollan de diferente manera pues los profesores, Mike y Mayra, deciden unificar sus respectivos grupos en uno solo e impartir las clases juntos. No está mal compartir distintas metodologías didácticas, ver cómo los alumnos responden a ellas y los resultados que dan; al finalizar les preguntamos a los chicos qué tal les ha ido y la mayoría quieren repetir (incluso alguno cambiar de profesor/a, jaja). Les hacemos ver que esto no es posible pero nos alegra ver que la valoración general fue positiva.
Recuperamos fuerzas en la cafetería del centro y organizamos la actividad de tiempo libre de la tarde. Con Pam, nuestra coordinadora local, organizamos una actividad conjunta con el grupo de Hollyfield que esperamos que sea del agrado de nuestro chicos; a ver si de esta manera se animan a conocer a nuevos grupos de estudiantes que realizan el mismo curso que ellos.
Nos dirigimos al centro de Kingston donde nos reunimos con Fara, nuestra monitora local para hoy, y el grupo de Hollyfield. Animamos a nuestro grupo a que se presenten individualmente en inglés pero no da resultado, en el fondo no son tan extrovertidos como quieren aparentar, jaja; we should to practice the social abilities. Comienza a llover un poco, pero nada a lo que no estemos acostumbrados en nuestra tierra, así que nos dirigimos a nuestro destino: ¡¡TRAVESÍA EN BARCO POR EL TÁMESIS!!
Llegamos al muelle donde nos espera un pequeño ferry y, después de saludar al capitán que nos va a llevar, entramos todos en el bote. Lástima de la lluvia, desde los asientos de arriba las vistas son más espectaculares; sin embargo, los dos grupos buscan asiento y parecen sentirse cómodos cuando comienza la travesía. Amenizando el viaje está Jaime que, con su altavoz portátil, hace las veces de DJ y nos envuelve a todos en ritmos urbanos al tiempo que recorremos la ribera del Támesis.
Desde el interior del barco, podemos observar a los patos en la superficie del río, algunas garzas sobrevolar por encima de nuestras cabezas que, tras una pausa de la lluvia, comienzan a asomar en los asientos superiores del ferry. Se agradece que la tarde está abriendo.
Llegamos a nuestro destino, Hampton Court Park y abandonamos el bote, no sin antes despedirnos, see you another day captain!!
Como nuestros chicos ya conocen bastante bien la zona, tras consultarlo, optamos por el regreso a Kingston donde les permitimos disfrutar un poco de su tiempo libre antes de regresar a sus respectivas casas.
Dejamos atrás una jornada diferente y otra experiencia más para anotar en nuestro cuaderno de bitácora!!
