¡Comienza nuestra segunda semana! Y nos vamos al colegio.

Tras un fin de semana sin parar, la visita de hoy va a ser más bien tranquila. Vamos a Mevagissey, un pequeño pueblo pesquero a menos de media hora de Saint Austell.

Como siempre, salimos del cole y vamos en bus hasta la estación donde nos tocará coger otro bus. Allí nos está esperando Mrs Pomerey. Esperamos un rato hasta que llega la línea 24 ¡Nos vamos a Mevagissey! Por el camino ya podemos apreciar que nos dirigimos a un lugar pequeño. La carretera es estrecha, incluso más de lo habitual, y está cercada en su mayor parte por árboles que nos van dando sombra. Ya llegando, por los claros que a veces nos dejan ver más allá de la carretera, podemos ver la costa y los acantilados, que caen tras grandes prados verdes. Finalmente nos bajamos en una parada a sus afueras. Es tan pequeño y sus callejuelas son tan estrechas que ni siquiera el bus de línea puede entrar en él.

Empezamos a callejear por un pequeño laberinto de calles estrechas con casas de no más de tres plantas, suelo adoquinado y apenas coches.

Estamos en el centro del pueblo, rodeados de casas, pero al final de una calle se atisba el puerto. La marea está baja y hay pequeños barcos de pesca. Desde el muelle podemos ver varias filas de casas situadas en lo alto, mirando al mar.

Tras admirar las vistas, nos empieza entrar el hambre. Así que nos volvemos a adentrar en el pueblo en busca de algo que comer. Parece que vamos a acabar aquí nuestra visita, en un pequeño local reponiendo fuerzas con unos sándwiches y fish and chips.

Hoy sábado los chicos se han acercado acompañados de Mrs Proctor y Mr Pomeroy al Eden Project.

Se trata de un gran complejo natural de cinco cúpulas diseñado como parte del proyecto de restauración de las canteras de caolín que se explotaron por la zona. Está diseña do por el arquitecto Nicholas Grimshaw y cuenta con múltiples especies de plantas que forman asombrosos jardines.

¡Ya es fin de semana! Por suerte hoy no tenemos que madrugar tanto. Mike nos espera en la estación. “Carriage B, seats 61 to 75”, anuncia.

Hace muy buen día y en menos de una hora estaremos en Plymouth. No vamos a tener la suerte de ver al grupo que conocimos cuando empezamos nuestra aventura porque ellos también se encuentran de excursión fuera de su ciudad.

Es fin de semana, y los fines de semana no debería haber horarios que cumplir. Así que en cuanto llegamos los chicos tienen la oportunidad de explorar Plymouth por su cuenta. Tras una semana apretada, un poco de libertad viene bien. Eso sí, ¡a las 13.30, todos en el punto de encuentro! Tenemos una ciudad que visitar.

Estamos en el Hoe Park. Mike nos lleva hasta el Plymouth Naval Memorial, un monumento alzado para recordar a todos los marines muertos en el mar durante la Primera Guerra Mundial que nunca llegaron a ser enterrados. En él se pueden ver placas y placas de nombres junto con los distintos puestos que ocupaban en los barcos de la armada.

Justo en frente se encuentra la Smeaton’s Tower. Si seguimos andando por el parque hacia la izquierda, a la vez que admiramos las vistas de la costa, llegamos a otro monumento. Este es más inusual. Tras una famosa foto durante el Magical Mystery Tour de los Beatles en la que posaban sentados en Hoe Park, allí mismo, se ha recreado un molde da las piernas, traseros y manos del grupo, apoyados en la hierba mientras contemplaban el horizonte. Así, ahora podemos sentarnos y recrear la foto.

Seguimos caminado por la costa y llegamos al lugar desde donde zarpó el Mayflower hacia América. Poco tiempo nos queda ya de visita. Tras un último paseo, nos dirigimos a la estación para coger rumbo a casa.

Clases de English, P.E., Spanish, Ethics, Maths, Science, etc. Otra mañana normal de clase. En Spanish, alumnos y profesores les piden ayuda; en English, leen con sus compañeros; en P.E., toca atletismo y rugby.

Ya es viernes y la semana ha pasado volando, pero se notan el cansancio y las ganas de fin de semana. La buena noticia es que los viernes el colegio acaba una hora antes. Hoy salimos a las 2.20pm en lugar de a las 3.15pm. Así que salen de clase rápidamente, se deshacen por fin del uniforme y, como siempre, esperamos el bus que nos lleva hasta la estación.

Hoy es más temprano de lo habitual y la actividad planeada no empieza hasta las 4pm, así que aprovechamos este tiempo libre para dar una vueltecilla rápida por St Austell.

Ya es la hora, así que volvemos a la estación donde nos encontramos con Mike, pero esta vez no está solo. Nos está esperando con Adriano, Mrs Proctor and Peter. Ellos nos llevan en coche hasta la actividad que tenemos planeada hoy: FootballGolf.

¿Cómo se juega a eso? Pues tenemos las mismas normas que en el golf, pero en lugar de palos, la pelota, del tamaño de las de fútbol, se golpea con los pies hasta el hoyo. Además, por el camino hay que evitar los obstáculos e impedimentos puestos. Somos 16, así que formaremos cuatro grupos de cuatro en los que competiremos entre nosotros.

Ya conocemos las normas ¡Estamos preparados! ¡Empezamos a jugar!

Como éramos demasiados para ir en tres coches, la mayoría se ha acercado en un primer viaje y quedamos algo rezagadas Paula Pardo, Paula Madrid y la monitora. Llegamos y hacemos equipo con Daniela. Somos las últimas y tenemos delante a Hugo, Adrián, Mike y Adriano. El resto se nos escapan.  Tenemos por delante 18 hoyos.

Al acabar el circuito, nos reunimos todos en el punto final del recorrido y mientras unos descansan sentados junto a la verja, otros echan unos tiros.

Son las ocho de la mañana y estamos todos en la parada esperando el autobús. Empieza el día.

Paula no se puede creer que ya estemos a jueves: “¡Ha pasado muy rápido! Bueno, lento pero rápido. No sé cómo explicarlo. Las mañanas a veces se hacen largas, pero los días no.”

Parece que poco a poco nos vamos sintiendo más cómodos con las familias. Sé de una que estaba muy nerviosa el primer día, con miedo a no ser capaz de entenderse con ellos, que ahora graba vídeos con la familia enseñándoles a cantar el Despacito.

En el colegio da la sensación de que ya los conoce todo el mundo. Y si no es así ya, siempre hay gente que quiere hacerlo. Se acercan al grupo, saludan y se presentan.

Hoy al salir nos toca dance workshop. A algunos les apetece más que a otros. Llegamos media hora antes de lo programado, por lo que muchos ya se ponen a hacer estiramientos por su cuenta.

Son las cinco y llega la profesora, junto a ella un grupo de chicas y chicos. Ellos se colocan delante y ayudan a llevar el ritmo. Al principio se les ve perdidos, pero no tardan en cogerle el tranquillo. Van aprendiendo los pasos en grupo, luego se hace un pasillito para que todos vayan pasando bailando de dos en dos. A continuación batalla: la clase queda dividida en dos grupos que bailan enfrentados para acabar cruzándose. Volvemos a las posiciones iniciales y vamos añadiendo más y más pasos. Luego nos dividimos en tres grupos que van presentado el baile por separado. Volvemos a bailar todos juntos. Ahora hay que volver hacerlo en grupo, pero esta vez cada grupo añade unos cuantos pasos propios al final. Por último, se vuelven a juntar todos para bailar en conjunto la coreografía aprendida más tres pasos de los que cada grupo añadió por su cuenta. Parece que el propuesto por Ana les gustó mucho.

Al final se han quedado con ganas de más. Por suerte, la semana que viene volvemos.

Otro día empieza y nos dirigimos al colegio. Llevamos muy poco tiempo aquí, pero ya nos relacionamos un montón y nos llevamos muy bien con muchos de nuestros nuevos compañeros.

A primera hora hemos estado repartidos entre clases de cocina, fotografía, geografía… En las horas siguientes hemos tenido ética, español, ciencias, powered yoga, educación física, etc. Ha costado ponerse a hacer gimnasia después del pack lunch, pero también nos llevamos a casa una receta de una quiche, la cual por desgracia no sabemos muy bien como ha quedado porque la clase acabó antes de que saliera del horno.

Acaba el colegio y cogemos el bus hasta la estación donde Mike nos está esperando para coger el tren a Truro, la capital de Cornwall.

Allí nos espera otro quiz para conocer la ciudad. Tenemos un mapa y una serie de preguntas. Punto de partida: La oficina de turismo.

Mike nos pide que vayamos leyendo las preguntas por turnos. Alguien lee la pregunta en alto y todos empiezan a buscar la respuesta hasta que se da la correcta:”Can you see a coat of arms? Where is it?”, “What is the statue a memorial to?”, “How many sides does the 100 year old letter box have?”

Todas las preguntas están intercaladas con pequeñas indicaciones que nos van describiendo a donde debemos dirigirnos. Así, vamos recorriendo el centro de la ciudad a medida que aprendemos curiosidades sobre ella.

Por supuesto, llegamos a la Catedral, pero solo podemos admirarla desde fuera porque no disponemos de mucho tiempo antes de que nos salga el tren.

Volvemos a casa, que ya nos están esperando nuestras familias en la estación, pero ¡mañana más!

P.D.: Algunas de las fotos son cortesía de Don Andrés Más López

¡Vamos a por el segundo día de clase!

Hoy las clases son un poco distintas. En lugar de Maths, English, Music, etc hemos tenido un día temático. ¿Qué ha tocado? Politics.

Como siempre, hemos ido con nuestros buddies a todas las clases — aunque no fueran como las habituales. Hemos aprendido sobre el parlamento británico, expuesto algún trabajo y ha habido debates ¿Si nos proponen elegir un bando en el debate? Siempre el lado menos respaldado, que así hay más oportunidad de hablar y es más interesante.

Tras la última clase hemos cogido rápidamente el bus hacia Charlestown para ir a visitar el puerto histórico de St Austell (St Austell’s Historical Harbour). Chralestown era un pequeño pueblo de pescadores, casi inexistente, hasta que a partir de finales del siglo XVIII, con la construcción de su puerto, creció de golpe, dando lugar a lo que es hoy. Además, últimamente ha servido como escenario de Piratas del Caribe o de la serie Poldark.

Hemos pasado la tarde recorriéndolo, divirtiéndonos en la playa y animando a osados bañistas que saltaban al mar, para terminar con un helado.

Vistas, playa y helado ¡¿qué más se puede pedir?!

Pocas horas de sueño tras el largo día de ayer, pero toca empezar las clases, conocer a nuestros buddies, a nuevos compañeros y nuestra nueva ciudad.

Nos reunimos todos en la estación con un pack-lunch en la mochila y algunas libretas. Ayer llegamos muy tarde así que aún no hemos tenido apenas oportunidad de conocer a las familias. Pero estamos más tranquilos. No ha sido tan complicado como nos imaginábamos y cada día nos iremos entendiendo mejor.

Nuestras familias nos han acompañado a coger el bus. A alguno no le ha hecho falta el viaje ya que vive muy cerca. Vemos cómo a medida que pasan las paradas el bus se va llenando cada vez más con otros alumnos de Brannel School.

Ya en el colegio nos han presentado a nuestros buddies. Iremos con ellos a todas las clases y nos ayudarán a conocer al resto de nuestros compañeros.

Acabamos de llegar y aún no sabemos nada de la ciudad en la que estamos, casi ni siquiera cómo movernos por ella. Así que después de las clases, Mike nos ha preparado un quiz para que averigüemos cosas sobre el puente de la estación de tren o la historia de la Holly Trinity Church entre otras cosas. Después hemos podido callejear un poco por el centro.

Acabado este primer encuentro con nuestra nueva ciudad, las familias han venido a recogernos para ir cenar ¡Al parecer alguien ha repetido hasta 3 veces! No sabemos si de lo rico que estaba o por el hambre que nos había entrado después de todo el día.

Con sueño y ganas casi a partes iguales, nos reunimos monitores y estudiantes por la mañana en Peinador para coger un vuelo a Madrid. St Austell, Plymouth, Heavitree y Totnes seremos compañeros de viaje durante gran parte parte del trayecto.

Una vez en Madrid nos quedan cuatro largas horas hasta poder coger nuestro vuelo a Londres. Tenemos tiempo de sobra para comer con tranquilidad. Tras la espera, finalmente nos dirigimos a Heathrow. Allí toca despedirse del primer grupo: Totnes.

Ya estamos en Londres. Mike nos espera en el bus. Última etapa y la de más nervios. Casi estamos llegando, cosa que queda aun más clara cuando se bajan los de Heavitree y vemos desde el bus como se presentan a sus familias. Ya es tarde y nos morimos de hambre, así que una vez nuestros compañeros se han marchado a casa, bajamos y paramos a cenar algo.

Solo quedamos por llegar a casa los grupos de Plymouth y St Austell. Es tarde y somos menos, por lo que hay más silencio en el bus. Llegamos a Plymouth y empieza el revuelo otra vez. Toca despedirse del último grupo y ver como se van con las familias. Lo cual revive el pensamiento que habíamos dejado adormecer — aunque no mucho – en el bus. ¡Las familias! ¿Cómo serán las nuestras? ¿Nos entederemos bien con ellas? Ya queda menos y entonces será nuestro turno.

¡Por fin estamos en Saint Austell! Nos presentan a nuestras familias y cada uno nos marchamos con la nuestra. Es tarde y estamos deseando irnos a dormir. Ha sido un día muy largo y nos queda poco tiempo de descanso antes de nuestro primer día en el colegio.

¡Mañana empieza todo!

¡Hola a todos por última vez en el blog!

Hoy ha sido un día de muchas emociones para todos. Empezamos el día reuniéndonos en la estación para ir a clase, como siempre, y algunas chicas tenían cara de pena, mientras que otras estaban muy energéticas; ¡no por nada es nuestro último día en Cornwall!

Nos trajimos de Vigo un detalle que el alcalde, Abel Caballero, nos dio a los/as monitores/as para entregar en los ayuntamientos de destino o en nuestros institutos: un libro sobre las Islas Cíes con fotos preciosas y escrito en gallego e inglés. Después de dedicárselo y firmarlo, se lo entregamos al director, Mr. Edmonds, quien lo recibió muy agradecido y nos deseó un buen viaje de vuelta.

Dos de las chicas, Aroa y Candela, se trajeron también sus banderas de Inglaterra para que se las firmasen sus compañeros/as.

Hoy teníamos que irnos de clase antes, a las 13 h, para coger el bus a Newquay, el pueblo que visitamos esta tarde. Por eso, a las 12.45 h las chicas se reunieron en la entrada del instituto con sus buddies y otros/as amigos/as que hicieron durante su estancia en Brannel School para despedirse. Sobra decir que hubo lágrimas, tanto de nuestras chicas como de los/as estudiantes del Brannel. Como les dije, seguramente seguirán en contacto de alguna forma y esas amistades continúen, aunque las despedidas siempre son difíciles.

Tuve que hacer algo de palanca para conseguir que salieran del instituto (aunque entiendo que les cueste dejar a esas amistades atrás), y nos dirigimos a la parada de bus que nos llevaría a Newquay… o eso pensamos. Por desgracia, Andrew (el guía), se confundió de parada, por lo que tuvimos que acabar llamando a unos taxis, pero lo que cuenta es que al final llegamos.

Newquay es un pueblo famoso por el surf, ya que en él se celebran importantes competiciones. Nos gustó mucho: había un ambiente joven y diferente a lo que conocemos de la región. Encontramos surfistas, skaters, mucha juventud y gente alternativa.

Andrew nos comentó que en el pueblo hay siete playas muy bonitas y frecuentadas por surfistas, pero solo pudimos bajar a una por motivos de tiempo. Nos gustó mucho y había mucha gente. Además, el tiempo acompañó: fue el día que más calor hizo de todos los que estuvimos en Cornwall, y había gente en manga corta y bañándose en el mar. ¡Fue una pena no haber traído los bañadores, aunque fuera para un ratito! De todas formas, algunas chicas se metieron hasta las rodillas.

En general, creo que fue un día completo y emocionante para todas. Ahora solo nos queda terminar de hacer la maleta, dormir un rato ¡y ya saldremos de viaje de vuelta! A las 2.30 h de la madrugada tenemos que estar en el punto de salida de Saint Austell y cogeremos el bus para Londres (de camino recogeremos al grupo de Heavitree, que irán con nosotras, como en la ida). ¡A ver si conseguimos dormir algo en el bus!

Haciendo balance, ha sido una experiencia enriquecedora para todas, tanto las chicas como la monitora. Personalmente, me ha encantado mi grupo: todas han sido respetuosas y simpáticas y, aunque haya echado alguna bronca (sobre todo los últimos días), no ha habido ningún problema grave, ¡y sé que para mí también va a ser difícil despedirme! Espero que a ellas también les haya gustado la experiencia.

¡Nos vemos mañana, familias!

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