Greetings from Bournemouth!
Poco tiempo tuvieron nuestros estudiantes a adaptarse a su nueva casa para estas próximas tres semanas. Ya que, así como se levantaron, aún cansados del largo vuelo, pusimos rumbo a , nunca mejor dicho, la joya de la corona: Londres.
Tras dos duras horas de camino en bus, donde muchos de nuestros chicos aprovecharon para reponer fuerzas, llegamos a la gran ciudad. Ahí nos sacamos una foto de grupo en el río Támesis.
Nuestra primera parada fue el famoso London Eye. Algunos ya habían tenido la suerte de verlo o mismo subirse a él. No obstante, casi todos sacaron su móvil para inmortalizar el momento.
Tras una paradita para ir al baño (que bastante falta hacía) seguimos nuestro camino con el objetivo de llegar al Big Ben. Igualmente nuestros chicos seguían aprovechando cada oportunidad para llenar sus galerías.
A lo largo de todo nuestro día, nos fuimos encontrando con multitud de eventos y aglomeraciones debido a los actos conmemorativos de la muerte de la reina Isabel II. Si bien nos retrasaron, no impidieron que disfrutáramos del día.
Ya bastante cansados, llegamos a los “Buckingham Palace Garden”, donde aprovechamos para descansar y comer su primer pack lunch de esta experiencia (aun que muchos, por no decir la mayoría, ya se lo habían comido llegados a este punto. Pretendíamos ver Buckingham Palace, pero nos fue imposible debido a la multitud de personas que se encaminaban para presentar sus respetos a la que fue su reina durante 70 años y 214 días.
Lo siguiente que hicimos en este completo día, fue acercarnos a Picadilly Street. Allí los chicos disfrutaron de 45 minutos de tiempo libre. Fue poco tiempo que nos dejó con ganas de más. Igualmente, nuestros estudiantes aprovecharon para comprar souvenirs, visitar Chinatown, ir al Five Guys o incluso a un Italiano.
De camino de vuelta al bus, pasamos por Trafalgar Square y, otra vez, por el río Támesis.
En cuanto nos subimos al autobús, la mayoría cayeron rendidos (incluida la monitora). Al llegar a algunos los esperaban sus familias, otros, como Guille, tuvieron la suerte de que nuestro guía Matthew los llevara a casa , y otros tuvieron que coger un autobús.
Hasta aquí llega nuestro primer día en Bournemouth, o más bien, en Londres.
PD: perdonad por la tardanza en actualizar el blog, pero las monitoras estamos tan a tope como los niños, asegurando que vivan al máximo la experiencia.
Un besazo.