Ya estamos en la recta final de nuestra aventura inglesa, y queremos aprovechar el tiempo al máximo. Estos dos días nos propusieron dos actividades de tipo cultural para conocer más de primera mano las diferencias que existen con nuestro país: una visita a la universidad de Exeter y ver una película en el cine.

La visita a la universidad de Exeter el jueves fue increíble. ¡Era enorme, nada que ver con el CUVI! Nos hicieron una ruta por algunos de los principales edificios del campus. Empezamos en frente al Exeter’s Great Hall, el teatro de la universidad que acogió espectáculos como un concierto de MUSE este mismo año. Después fuimos hasta el edificio principal, que más que eso parecía un centro comercial: tenía tiendas de alimentación, un pub, varias cafeterías (además de aulas para estudiar) y hasta un mercado de plantas para decorar las habitaciones de los estudiantes.

Seguidamente nos acercamos hasta los jardines de la universidad. Eran increíbles. Nos contaron que, como estamos en la zona más cálida de Inglaterra pudieron crecer hasta plantas tropicales, y que gracias a esto, a sus dimensiones y a su cuidado les fue concedida la bandera verde (equivalente a la bandera azul en las playas). Para concluir nuestra visita nos acercamos hasta el gimnasio universitario, tan grande que parecía una facultad más. No le faltaba de nada: sala de máquinas, sala de fitness, pistas de tenis interiores, pistas de squash, y ¡hasta una zona para practicar quidditch muggle!

El viernes 9 volvimos a poner a prueba nuestro nivel de inglés: nos fuimos al cine a ver The Walk, ¡en 3D!. Trata sobre un funambulista francés que cruzó la distancia existente entre las ahora extintas Torres Gemelas  andando sobre un alambre y como contó con la ayuda de su novia y sus amigos para introducirse en los edificios con todo el material necesario para llevar a cabo la proeza. Estuvo Genial.

Desde Exeter, seguiremos informando.

Estamos cada vez más cerca del fin de semana y se nota en el ambiente. Por la mañana seguimos con el ritmo habitual de clases, por lo que para romper un poco con la rutina de clases-paseos hoy nos fuimos a la piscina.

Allí pudimos disfrutar de un amplio espacio pues teníamos casi toda la piscina para nosotros. Además, presenciamos la actuación en exclusiva de natación sincronizada por parte de nuestra compañera Natalia R.; así como un divertido ballet acuático protagonizado por Iria P. y algunos de los chicos. Todos nos lo pasamos en grande.

Desde Exeter, seguiremos informando.

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Otro día más en el West Exe siguiendo con nuestra rutina de clases habitual, salvo por una excepción: Lucas cumplía 15 años. El cumpleañero recibió una sorpresa por parte de sus compañeros ingleses en la clase, que se animaron a cantarle el cumpleaños feliz tanto en inglés como en español.

Por la tarde fuimos a visitar uno los símbolos más importantes de la ciudad: la catedral. En el interior Amita nos contó un poco sobre su historia, como por ejemplo que empezó a construirse hace unos 900 años. También nos acompañó un guía voluntario de la catedral que nos contó muchas curiosidades sobre la misma, como por ejemplo que hay un banco todo alrededor del interior que tiene un cojín que cuenta la historia del edificio y de Exeter, y este cojín se tardó en tejer cinco años a pesar de que trabajaron en su elaboración siete personas.

Al acabar la visita a la catedral y de tener un poco de tiempo libre llegó el momento más esperado del día: nuestra primera cenar grupal para celebrar el cumple de Lucas. Tras unas cuantas votaciones decidimos ir al Pizza Hut, y cuál fue nuestra alegría cuando descubrimos que al comer allí teníamos bufet libre de ensaladas (ensaladas, nachos, cuscús, ensalada de pasta, etc.) ¡Nos pusimos las botas!

Desde Exeter, seguiremos informando.

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¡Es sábado! Y como cada sábado ha tocado una excursión de día entero para explorar los alrededores. Esta primera excursión nos ha llevado hasta Exmouth, un pueblo que se encuentra en la desembocadura del rio Exe. Su costa es conocida como “la costa jurásica” y está declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco.

Por la mañana Amita nos llevó de ruta por el pueblo y por el paseo marítimo. Después subimos a la cima del acantilado más antiguo de la costa jurásica, y mientras comimos allí disfrutamos de unas vistas privilegiadas. Durante la comida hubo una sorpresa: como nuestro compañero Antón estaba de cumpleaños, e Ismael lo estuvo cuatro días antes, por ello entre todos le cantamos el cumpleaños feliz y soplaron sus quince en unas cerilla-velas.Después de comer y dela sesión de fotos/selfies, volvimos por el paseo hasta el embarcadero para hacer una ruta en barco por el canal de la Mancha, desde donde pudimos disfrutar de una perspectiva de la costa jurásica desde el mar. Al terminar el paseo tuvimos tiempo libre para disfrutar un poco más de las calles de Exmouth antes de volver a Exeter para cenar con nuestras familias.

El domingo toca día familiar, nos vemos el lunes.

Desde Exeter, seguiremos informando.

¡Ya es viernes! Y eso es algo que siempre hay que celebrar. Esta mañana nos levantamos con más energía porque sabíamos una cosa: el fin de semana está a la vuelta de la esquina. Y para aprovechar esa energía extra los organizadores locales del programa han pensado que nos venía bien un poco de ejercicio para sacarle provecho.

Tras las clases y el lunch nos fuimos con Amita a conocer a James, nuestro “entrenador por un día”. James creyó conveniente enseñarnos algunos de los deportes que son populares aquí en Reino Unido: el rounders y el danish longball.

Empezamos haciendo dos equipos y con el rounders, que es un deporte muy similar al béisbol. Para hacernos con las normas, hicimos una primera ronda jugando con una raqueta de tenis en lugar de un bate; pero en un segundo asalto (tras cambiar los equipos) decidimos que estábamos listos para el bate y, aunque fue bastante más complicado, la mayoría conseguimos darle a la bola.

Después de dos reñidos partidos de rounders, rehicimos equipos (todos tenemos que jugar con todos) y nos pasamos al danish longball. Este deporte consiste en que un equipo debe tratar de eliminar a los componentes de sus rivales cuando estos están intentando llegar a un cuadrado en el que se está a salvo, y para ello deben darles con una pelota que previamente la persona que corre hacia el cuadrado lanzó lejos. Suena tan difícil como es de entender, pero después de una partida para “pillarlo sobre la marcha”, lo entendimos perfectamente y jugamos una segundo asalto para consolidar el juego.

Mañana nos vamos a nuestra primera excursión fuera de esta ciudad: Exmouth.

Desde Exeter, seguiremos informando.