¡Buuuuuenos días!
[Recomendación personal: leer este post con música de tensión de fondo]
Hoy os traigo un informativo lleno de suuuustos. Y es que el primero que nos llevamos fue cuando nos despertamos, porque hacía un frío que nos dejó temblando de miedo. Y si no me creéis, adjunto pruebas gráficas de la desesperación al salir del cole hoy, poniéndose al lado del aire caliente asqueroso del bus, va a haber que ir comprando guantes me parece a mí…
Cuando nos subimos por fin al bus calentito que nos llevaría de nuevo a la civilización (recordemos que el instituto está donde Jesús perdió la zapatilla, nunca mejor dicho) ya eran casi las 4 de la tarde, pero a pesar de ser la hora de la siesta, todo el mundo estaba muy animado… o más bien aterrorizado (si Elsa, hablo de ti jajaja) . Resultó ser que cuando le comentaron a la hostmom que irían a una casa-museo de Frankenstein, no se le ocurrió otra cosa que contarles el miedo que había pasado su amiga cuando fue de joven… y claro, la pobre Elsa estaba toda asustada sin ni siquiera haber llegado.
Si es que en esa casa había de todo, hasta teléfonos con voz creepy:
Más divertida fue la experiencia para el grupo de Érika, Jimena, Ruth, Estela, Alba y Ana, pues esta última es MUY asustadiza. ¿Cuál fue la situación? Bueno, el resto se sintieron como en Monstruos S.A. y se pasaron toda la visita pegándole sustos a Ana, que parecía un canguro, sin dejar de saltar cada 2 minutos ajajajajajaj.
Tenéis los videos en Google Drive, no tienen precio. Eso sí, no recomiendo poner el volumen muy alto…
También hay pruebas audiovisuales de una pared, con un artilugio que tenía un cartel que rezaba:
Tócame. Si te atreves.
Digamos que la primera que se atrevió, fue Alba, pobre ilusa… Lo que pasó no te sorprenderá, compruébalo aquí.
Cuando estábamos por la casa, no se dejaban de escuchar gritos de niñas… música de tensión… aullidos de miedo… y es que había una última sala que visitar…
el sótano
A oscuras… con trozos de animales muertos… colgando… una especie de criatura rodeada de cadenas y rayos… y… ¡¡un señor enmascarado que nos perseguía por el laberinto de vendas y trozos de carne colgando!!
Desde luego, toda una experiencia, pero os aseguro que salimos de la casa riendo como niñas pequeñas, fue la mar de divertido. Una tarde que no olvidarán en mucho tiempo.
Y por supuesto, mención honorífica al BeReal de hoy de Érika, y es que nos saltó la notificación cuando estábamos en el museo, pero ella espero para salir, pues en la puerta del museo de Jane Austen había un señor muy particular…
Y tras este informativo que nos recuerda lo cerca que estamos de Halloween, yo me despido hasta dentro de dos días.
Un terrorííííífico saludo,
Lau.
